jueves, mayo 26, 2016

La cadena de la bici





Me encanta volver a casa a la una y que mañana no me dé pereza ir a trabajar. Creo que llevo diez años esperando este momento. 

Hoy he comprendido por qué necesito una navaja multiusos o, en su defecto, una herramienta multiusos, para ir en bici.

Cuando he acabado de cenar con E y con P, he ido hacia mi bicicleta y se le había salido la cadena. ?!?!?! Todavía no entiendo el cómo ni el porqué, pero así ha sido.

He intentado ponerla bien. Era la primera vez que lo hacía. Me he dado cuenta de que no podía poner la cadena en su sitio porque rozaba con un tornillo y se había quedado atrapada. Atrapada. En estas... ha pasado un ciclista y me ha preguntado "qué te pasa, tierna muchachita". El hombre, que resultaba ser de mi barrio, ha puesto la bici del revés y me ha dicho "yo llevo ya muchas milis hechas". Sin comentarios. Y lo ha intentado pero tampoco ha podido (y eso que iba con pantalones de ciclista, que por algún motivo me ha dado mucha seguridad. He pensado: este lleva mallas, este sabe.) Y ha llegado a la misma conclusión que yo sin pantalones de ciclista: roza con el tornillo. Entonces nos hemos fumado un piti en plan... la vida era esto.


Luego he entrado en un bar para preguntar si podían dejarme un destornillador. Me han mirado con cara de "qué dice", pero me lo han dejado. He aflojado el tornillo y entonces la cadena, por fín, se ha liberado y he podido ponerla bien. He vuelto a casa muy orgullosa y con las  manos muy negras. Me siento poderosa.

Me va acostar dormir de la emoción.

7 comentarios:

  1. Bravo. Estas son las situaciones que te hacen sentir muy grande.

    ResponderEliminar
  2. Tierna muchachita, si fuese argentina te diría 'yo hablo y pasa un tren'...

    La vida siempre era eso: un tornillo impertinente donde menos te lo esperas.
    Ya sabes que yo soy muy de squirt, en toda ocasión. ;-)

    Y muy bonita la última frase: a la emoción le cuesta porque no se acuesta.

    Keep on riding, girl.

    ResponderEliminar
  3. Yo también sentí la necesidad de llevar a mano una herramienta multiusos de bici,y eso de llegar a casa con las manos más negras que un deshollinador jajajajja

    ResponderEliminar
  4. Por unas madrugadas de manos limpias: yo siempre escondo guantes de gasolinera hechos un gurruño debajo del sillín.
    Truquitos de vieja ciclista TOC ;-)

    ResponderEliminar
  5. Entiendo tu emoción. Yo cambié los grifos del baño una vez, no siendo muy hábil en estas cosas... y no podía dormir! La emoción del triunfo.

    ResponderEliminar

Deja tu mensaje secreto.