tag:blogger.com,1999:blog-59061362024-03-21T21:12:06.567+01:00Qué mala soy dosificándoteAlgo así como autoficciónPaola Vaggiohttp://www.blogger.com/profile/08179731812094721488noreply@blogger.comBlogger1691125tag:blogger.com,1999:blog-5906136.post-2702382326899391052024-03-11T19:48:00.002+01:002024-03-11T19:51:18.957+01:00¿Qué se supone que deberia estar haciendo?He iniciado el plan B de recuperación y me siento mejor. Menos estrés, menos ansiedad, etc. Todo eso le que pasa a 3 de cada 5 personas, nada nuevo. He vuelto en bici por detrás de l'Estació de França y he pedaleado en paralelo a un tren que salía de la estación. Ha sido un momento muy estético. El sol se estaba poniendo y la luz era espesa y anaranjada. El ruido de los vagones sobre las vías. La luz filtrándose entre los árboles. Los edificios de la ronda litoral. Luego he estado buscando una dirección por la parte ex-industrial del Poblenou, y a pesar del maldito plan de reurbanización del 22@, sigue pareciendo una apocalipsis zombie. No la he encontrado, y eso que es mi barrio, pero es una zona en la que, o sabes donde vas, o puedes vagar eternamente entre naves, talleres, coworkings, discotecas, salas de conciertos, obras y edificios de oficinas de los 70's con escaleras de incendios. He desistido porque en la dirección en la que estaba el supuesto lugar al que iba había un descampado. Supongo que es que ya no existe, pero ha sido una búsqueda en bici interesante. Muy de niña de los ochentas...<div><br /></div><div>Y es entonces cuando he empezado a pensar en si yo debería estar, por ejemplo, siendo madre y criando, o yendo en bici por las calles. Es decir, ¿qué se supone que debería estar haciendo con mi vida? ¿Lo que hago u otra cosa? No me extraña que las mujeres sin hijos de mi edad se vuelvan workaholicas y se enganchen al trabajo, porque la verdad es que... ¿qué referentes tenemos? Yo podría, perfectamente, volverme adicta a mi trabajo, si quisiera. </div><div><br /></div><div>En definitiva, crisis existencial. </div><div><br /></div><div>Me gusta mucho el podcast de Isabel Coixet "Alguien debería prohibir los domingos". Bueno, es un programa de radio. Lo escucho, habitualmente, conduciendo. Creo que ese aire melancólico vibra muy bien conmigo. ¿Isabel Coixet ha tenido hijos? Si ha tenido, en la wikipedia no salen. Yéndome a alguien más cercano a mí, ¿Lucía Lijtmaer va a tener hijos? </div><div><br /></div><div>El otro día también pensaba que lo bueno de los blogs es que, como ya no los lee nadie, puedes hablar de lo que quieras sin ninguna presión. Cuando estoy en Tik tok siempre imagino el delirio permanente que deben sufrir las creadoras de contenido. Yo soy una mera espectadora y disfruto mucho mi papel pasivo en las redes. No lo cambiaria por nada.</div><div><br /></div><div>El otro día, también, siempre todo es el otro día, hablaba con una amiga de lo que nos cuesta que alguien nos interese en Bumble o en Tinder. Hace años siempre había una persona con quien hacías match y al cabo de una conversación, más o menos profunda, te resultaba interesante, y querías saber más e incluso te gustaba un poco antes de quedar, y tenías citas emocionantes. Ahora no conseguimos interesarnos por nadie. Haces match con alguien, hablas un rato. Al cabo de una semana te acuerdas de que habías iniciado una conversación y que tienes un mensaje sin contestar o alguna pregunta sin feedback en el chat. </div><div><br /></div><div>Con lo que me he llegado a interesar yo por personas que ni había visto... no comprendo mi propio desinterés.</div><div><br /></div><div>DIIV ha sacado nuevo disco, pero ya no estoy obsesionada. Me he dado cuenta de que a veces tengo obsesiones muy bestias que me dan la vida.</div><div><br /></div><div><br /></div><div class="blogger-post-footer">Paola Vaggio</div>Paola Vaggiohttp://www.blogger.com/profile/08179731812094721488noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-5906136.post-85609094838849052272024-02-16T21:40:00.006+01:002024-02-16T21:53:58.462+01:00Kivismo o barbarie, roma y el eixample<p>Me hice kivista a finales de noviembre y la verdad es que me ha entretenido muchísimo. Me ha hecho revivir sensaciones adolescentes, literal. El otro día no lo tuve en cuenta. </p><p>Una amiga me hizo un grupo de whatssap con una compañera suya de trabajo que también era kivista. Yo no tenía a nadie en mi círculo con quien comentarlo y la verdad es que me dio la vida tener a alguien con quien hablar del shippeo del momento... Hemos pasado noches muy intensas, de verdadero fandom radical. No lo recomiendo porque se sufre mucho, pero ha sido maravilloso poder evadirse de la realidad. Gracias. El miércoles me di cuenta de que v. había estado a 100 metros de mi casa grabando un podcast. Lo vi en una foto en redes. Reconocí la acera, los árboles y las porterías de las casas. Me impactó mucho que estuviera aquí, tan tan tan cerca. No podía creerlo. Me da un poco de vergüenza. No me juzguéis. Kivismo o barbarie. Bueno, es que incluso he estado leyendo fanfics en wattpad. Podría escribir alguno, creo que subiría el nivel (tampoco es muy difícil). No pude evitar comentarle a una chica errores de punto de vista y narrador... (risas). La historia estaba bien pero tenía fallos de escritura. </p><p>Sigo preparando mi viaje a Roma. No sé cuando iré, pero me gusta que sea algo por hacer y que sea "fácil" de realizar, me refiero a que no es dar la vuelta al mundo ni nada de eso... Solo tengo que reunir la ilusión necesaria. Espero recuperar el ánimo. Ya he buscado piscinas para nadar en Roma. Hay una muy bonita con una especie murales de cerámica que me llamaron la atención. El pasado verano me compré una edición muy estética y cuidada de un libro de poemas de Passolini dedicados a la ciudad, pero luego sentí rechazo al pensar en todos los escándalos y en su vida controvertida. </p><p>Estos días me he dado cuenta de que me gusta pasear por las calles del Eixample cuando vuelvo de la psicóloga. Imagino películas en las que hay vidas entrelazadas y edificios majestuosos, cafés, coches, semáforos, aceras... </p><p><br /></p><div class="blogger-post-footer">Paola Vaggio</div>Paola Vaggiohttp://www.blogger.com/profile/08179731812094721488noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-5906136.post-84168657721927359742024-02-13T21:13:00.002+01:002024-02-13T21:16:42.850+01:0040 piscinas y se hizo de día<div>Lunes. Me comí un plátano y me puse el bañador. Cogí la bici, todavía no había amanecido. A las 7:10 estaba en la piscina. Por el pasillo, me cubrí la cabeza con el albornoz porque sentí algo de frío... En el primer carril solo había una persona y fue el que escogí. La persona me dijo "buenos días". El agua estaba tibia y algo salada, por la sequía. Mientras nadaba, vi salir el sol por el ventanal. Cada vez que sacaba la cabeza para respirar, veía la lengua de luz avanzando por las fachadas. Pensé en lo cerca que estaba de la playa. La luz del sol cerca del mar es distinta. Es muy brillante. 40 piscinas y se hizo de día. </div><div><br /></div><div>En las duchas hay carteles que recomiendan que no dure más de tres minutos. El zumbido del secador de pelo en el vestuario vacío. </div><div><br /></div><div>Al volver, saqué a mi perra y me compré un café y un bocadillo. Desayuné en casa. Encendí el ordenador. A las 9 empecé a contestar mails. A las 9:30, primera reunión del día.</div><div><br /></div><div class="blogger-post-footer">Paola Vaggio</div>Paola Vaggiohttp://www.blogger.com/profile/08179731812094721488noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5906136.post-90058165512461773172024-02-09T23:43:00.002+01:002024-02-10T14:40:25.447+01:00Estuve bailando <p style="text-align: left;"><span style="font-family: inherit;"> </span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-family: inherit;">He abierto el balcón para escuchar la lluvia. Las ruedas de los coches sobre el asfalto y el agua. </span></p><div style="text-align: left;"><span style="font-family: inherit;">Ya no queda nada de las fábricas antiguas, solo un descampado. Ya han acabado el edificio de oficinas. En los vidrios se reflejan otras ventanas. Me parece poético. Las luces blancas parecen fantasmas, no se apagan hasta que sale el sol. Siempre pienso en quien paga esa factura y en el derroche de energía. </span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-family: inherit;">Está siendo una época difícil. Hay días mejores que otros. Me cuesta emocionarme con las cosas. Todo es bastante plano, menos algo que me duele mucho y de lo que trato de escapar. Por silenciar esa parte, parece que he muteado todo lo demás. Echo de menos conmoverme. Estoy tratando de recuperarlo, pero me está costando. Puede que escribir me ayude.</span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-family: inherit;"> El sábado pasado estuve bailando canciones que siempre había querido bailar contigo.
Hace unos meses, un domingo por la mañana, paseando por el parque de la playa, escuché atentamente la letra de aquella canción que me dedicaste en otra vida. Me pareció que el tiempo no era lineal.</span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-family: inherit;">Quiero volver a sentir muchísimo.</span></div><div class="blogger-post-footer">Paola Vaggio</div>Paola Vaggiohttp://www.blogger.com/profile/08179731812094721488noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-5906136.post-76307208495782433122023-10-03T23:41:00.000+02:002023-10-03T23:41:04.061+02:00octubre número 20Hace 20 octubres que empecé a escribir aquí. Visto así, parece poco. Supongo que hace veinte años soñaba con un futuro como es ahora mi presente. Este el futuro que tanto esperaba aunque todavía hay deseos que no se cumplen.<div><br /></div><div>Septiembre fue un mes con una energía bonita, de libreta nueva, de volver a tocar, por ejemplo, y de final de un verano que empezó de una forma y acabó siendo otra cosa distinta. </div><div><br /></div><div>Hoy he ido a comprar y me he dejado el móvil en casa y no he podido pagar, pero en el supermercado no sabía si me lo había dejado, o se me había caído o me lo habían robado. La cajera del supermercado me ha ofrecido su móvil para que me autollamara. Me ha parecido absurdo llamarme, porque no iba a solucionar nada, pero lo he hecho. Luego me ha dicho que cuando encontrase el móvil, le mandase un whatssap. Se ha preocupado mucho por mi móvil. Ese tipo de cosas que pasan en las pelis, pero que son improbables.</div><div><br /></div><div>Me siento un poco desconectada, no sé cómo explicarlo. Tengo que encontrar algo que me encienda.</div><div><div><div><div><br /></div></div></div></div><div>Nada más por ahora, hay etapas en las que es mejor no darle demasiadas vueltas.</div><div class="blogger-post-footer">Paola Vaggio</div>Paola Vaggiohttp://www.blogger.com/profile/08179731812094721488noreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-5906136.post-13702675532224019342023-08-21T11:19:00.001+02:002023-08-21T11:19:34.177+02:00Una ruptura en verano<p>Me despierto, abro los ojos, la claridad de la mañana, el sol, las gaviotas. Voy a ir a la playa, o mejor no, mejor voy a la piscina del gimnasio, puede que en la playa haya medusas. Voy a ver si hay medusas en la playa. Podría ir a Roma. Hace calor para ir a Roma. Pero están los museos. Puedo pasarme el día de museo en museo y apenas pisar las aceras romanas hasta que se ponga el sol o antes de las 11 de la mañana. Voy a ir a la piscina, voy a cruzarla 50 veces y luego me tumbo en el jardín a leer, bajo un árbol. Podría ir a una piscina romana, a la Piscine delle Rose, y nadar hasta aparecer en la piscina del Club de Natación Barceloneta. Podría ponerme tinder y quedar con una romana. No, que acabo de romper con una persona y no es lo recomendable. He tenido cinco relaciones cortas (de entre 6 y 9 meses) en diez años. Eso equivale a unos 4 años de relación, más o menos. Diez años ya. Me gusta más la masa romana que la masa napolitana. Diez años ya. Recuerdo que me sentía muy mayor hace diez años y como si todo fuera muy complicado. Puedo teñirme las puntas de naranja. Puedo acabar esa canción que empecé. Podría llevar a mi perra a la montaña. No, que hace calor. En la montaña también hace calor. Podría mudarme a Galicia. Mi perra me mira desde su camita. Si me tiño de naranja, dejaré el agua de la piscina naranja.</p><p><br /></p><p><br /></p><div class="blogger-post-footer">Paola Vaggio</div>Paola Vaggiohttp://www.blogger.com/profile/08179731812094721488noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-5906136.post-74812793034313197502023-08-06T21:29:00.011+02:002023-08-06T21:43:26.003+02:00Veranos que a veces se olvidan<p>Hoy ha llovido de madrugada y desde hace tres días que se está fresquito. La semana pasada tampoco pasé calor porque estuve fuera. </p><p>Estoy de vacaciones hasta septiembre. </p><p>Se nota bastante que ya estamos en agosto porque no hay tanta gente en la playa, se van fuera. A mí me gusta quedarme en agosto en Barcelona, y que el agua del mar esté bonita y limpia, y bañarme y nadar hacia todas partes.</p><p>También se nota que es agosto porque ayer quedé con mis amigas y encontramos mesa en varias terrazas. Me gustan estas noches de agosto en la ciudad, hablando de nada y de todo, hablando de septiembre como si estuviera a mil años luz, hablando como si estuviéramos dentro de un paréntesis.</p><p>Hay cosas que son de agosto en Barcelona. </p><p>El otro día leí que habían inventado una palabra en inglés, "staycation", que quiere decir hacer vacaciones en casa y algunas escapadas, pero no un viaje.</p><p>Yo no sé viajar, pero puede que aprenda en algún momento. </p><p>Estoy reflexiva y me siento un poco triste. ¿De dónde vendrá la tristeza? Cuando era pequeña se me clavaban "punchas". Eran como espinas delgaditas, microscópicas, que se clavaban en los dedos o en los talones, y mi madre o mi abuela me las quitaban con unas pinzas. Tampoco sé de dónde venían las "punchas", ni por qué de adulta dejan de existir y ya no se clavan.</p><p>También siento alegrías. No alergias. La alegría de que el césped de la piscina del gimnasio vuelva a estar verde. No sé si han sido las lluvias de los últimos días o que lo han regado con agua no potable. La sequía se nota mucho en los parques de Barcelona, están secos y marrones. Está prohibido regarlos. Todos excepto en el de la Ciutadella, porque es el más turístico, supongo. A veces pienso en la cantidad de agua que se debe desperdiciar en las duchas de los hoteles.</p><p>El otro día se cayó una palmera en el barrio chino (Raval desde las Olimpiadas) y mató a una mujer de 20 años. Hubo una época en la que pasaba muchas veces por esa plazoleta en la que se cayó la palmera. </p><p>Hace dos años, durante un día de viento en agosto, también cayó otra palmera y mató a un hombre de 42 años. A mí me inspiró una canción (aunque luego no hablaba ni de palmeras ni de parques, pero sí de viento, es una de mis preferidas). Desde entonces, me da miedo pasar por al lado de una palmera, pero a veces se me olvida.</p><p>He descubierto una peli de 1996 que quiero ver: The watermelon woman. Creo que va a ser difícil encontrarla. Es la típica película indie de los 90's, con videoclubs, aceras de ciudad norte-americana, camisetas grandes, gorras de rejilla. La quiero ya. </p><p>Anochece y mi vecino está escuchando música soul.</p><p><br /></p>
<iframe allow="accelerometer; autoplay; clipboard-write; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture; web-share" allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="https://www.youtube.com/embed/WnJ67OG7Pdw" title="YouTube video player" width="560"></iframe><div class="blogger-post-footer">Paola Vaggio</div>Paola Vaggiohttp://www.blogger.com/profile/08179731812094721488noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-5906136.post-83585915414329475202023-07-16T13:36:00.002+02:002023-07-16T13:36:39.136+02:00Veranos al aire libre<div><div>Todo es una historia hermosa, por eso nada tiene demasiada importancia. Hoy he ayudado a una turista que andaba perdida por mi calle, han cortado la línea del metro y necesitaba ayuda, Y le he dado la buena noticia de que la línea no estaba cortada en la dirección a la que iba. Final feliz.</div><div><br /></div></div>Mi plan preferido de este verano está siendo ver cortos al aire libre en el Mecal. El patio del museo en el que lo hacen es fresco y por la noche ya no hace calor. Me queda al lado de casa y se está a gusto. Cada día hay público, pero sin agobios. El cine al aire libre tiene su fantasía añadida. La lona de la pantalla ondea por la brisa y parece que las películas tengan un efecto de ensoñación. Hay momentos en los que estando allí me siento en otro lugar, tal vez viajando, tal vez en mi verano de los 12 años. Tal vez en el pueblo de mi padre. Tal vez en otros países. Es mi plan feliz y feloz. Feroz y veloz. Un plan sencillo. De los cortos del viernes no me enteré mucho porque la mayoría del tiempo estuve besándome con una chica. La luz del proyector, olor a champú. Sentí mucha felicidad.<div><br /></div><div>Tengo problemas de amor y de desamor, pero de baja intensidad. Son cosas de la vida. Sudor, alegrías, rayadas y vuelta a la normalidad. Ya no tengo 20 años, ni tampoco 30. Me refiero a que… todo bajo control.
Y tengo muchísimo estrés laboral y siento mucha presión. Pero si lo pienso bien, nada de esto tiene importancia. Si lo pienso mal, es cuando luego vienen las “madresmías”. Las madres mías de mi abuela y de mi madre. Madre mía, qué ansiedad. Madre mía, qué agobio. Madre mía, qué calor. Madre mía, qué voy a hacer si… </div><div><br /></div><div>Es difícil brillar sin un apagón de vez en cuando.</div><div><br /></div><div class="blogger-post-footer">Paola Vaggio</div>Paola Vaggiohttp://www.blogger.com/profile/08179731812094721488noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5906136.post-79145002480239148902023-06-29T20:17:00.000+02:002023-06-29T20:17:21.991+02:00Los veranos llenos de oportunidadesLos veranos están llenos de oportunidades. El verano es una etapa que empieza y que acaba, y que es totalmente independiente al resto del año. Tiene su propio músculo, corazón y estómago.<div><br /></div><div>El verano puede ser triste, solitario, caluroso, y aun así, estar lleno de oportunidades. También puede ser vibrante, eléctrico, apasionante, feliz.</div><div><br /></div><div>Feliz. Hace unos días me sentí muy feliz. Creo que fue hace dos semanas. Esa felicidad repentina me pilló por sorpresa. No sabía hacia donde mirar, hacia donde correr, hacia donde gritar. Solo pensaba "soy feliz". Y sentí esas cosquillas. Y vi ese destello.</div><div><br /></div><div>Hoy he cogido un taxi para volver del hospital. He ido a hacerme la revisión ginecológica. Hacía mucho calor, calor barcelonés. Húmedo y asfixiante. Vallcarca- Penitents. No entiendo Vallcarca, no entiendo ese barrio. No entiendo a las personas que viven en Vallcarca. Recuerdo a una amiga que vivía frente al parque Güell, en un bajo con jardín comunitario. En el jardín había un muro de ladrillo antiguo, en ruinas. Y muchas plantas salvajes y hasta una palmera. Ella siempre decía que quería arreglarlo. A mí me parecía que así estaba ideal. Era un jardín romántico de finales del siglo XIX. Un día hicimos una barbacoa. Yo llevaba una falda de rayas azules y blancas, y estaba guapísima. Ese año tenía el verano subido a la cara y al cuerpo. Ese año estaba a punto de enamorarme. Todos los veranos son de película cuando se recuerdan.</div><div><br /></div><div>Le he preguntado al taxista si había mucho tráfico. Ha empezado a quejarse de las calles cortadas, de las obras del tranvía, de la Barcelona sin coches. Y en un momento dado ha hecho una pausa, y ha dicho: pero en nada me marcho de aquí, qué ganas de jubilarme. Le he preguntado que adonde se iba, y me ha contado que a Galicia, a una casa que tiene en la aldea en la que nació. Me ha explicado muchísimas cosas sobre la casa, sobre su mujer y su familia. Su hijo, su nuera y su nieto ya están allí; se compraron una casa el año pasado, lo dejaron todo y se fueron de Barcelona a la aldea. Qué bien se está allí, con el fresquito, y los faros, y la Costa Da Morte, y los límites con Portugal. El señor estaba tan entusiasmado que me han dado muchas ganas de tener yo también una casa en la que refugiarme. Una casa como Ítaca. Un futuro para disfrutar del huerto, del horno de leña, de los acantilados. Me he imaginado comprándome una casa en Galicia para replicar el sueño del taxista. Parecía tan feliz sabiendo que en un mes iba a estar allí, con su mujer, que teletrabaja. "Mi mujer teletrabaja".</div><div><br /></div><div>Yo también quiero mi casa en Galicia para soñar con un futuro. Me cuesta mucho el futuro. Me cuesta porque me da miedo. </div><div><br /></div><div>Esa semana en la que me sentí feliz noté que el futuro no me daba miedo. </div><div class="blogger-post-footer">Paola Vaggio</div>Paola Vaggiohttp://www.blogger.com/profile/08179731812094721488noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5906136.post-34749800560241266012023-02-15T20:14:00.000+01:002023-02-15T20:14:00.630+01:00Sentir amor por un lugar<p>Esta mañana, he bajado a desayunar a la cafetería nueva, antes de ponerme a teletrabajar. La han puesto en la planta de abajo de la antigua fábrica. Es un edificio industrial que, cuando sales del metro, parece que te dé la bienvenida al barrio. Para mí, esa antigua fábrica significa "casa", significa "territorio", significa "mi lugar". </p><p>Desde los ventanales de la cafetería tenía una vista inmejorable de todo el chaflán, con la gente yendo y viniendo, saliendo de la parada, a tandas de cuatro o cinco minutos. El ajetreo de las mañanas. En seguida he pensado en mi idilio con estas calles, con este hogar y con todo lo que significa para mí. No necesito irme. Siento este amor, tan vivo y tan de verdad... He decidido pausar mi búsqueda de piso porque tengo una corazonada. Una intuición. Voy a escuchar lo que está diciendo.</p><p>El otro día vi que el último corto de León Siminiani se llama "Arquitectura emocional" y, por lo que he leído trata, precisamente, de esto que últimamente tanto me importa. De los lugares que no son solo lugares. </p><p>Desde el balcón veo la cafería y también la librería. Me encanta ver el escaparate iluminado por la noche e imaginar todos los libros que hay tras el cristal. Esto es amor, es amor, es amor, no me cabe duda.</p><p><br /></p><div class="blogger-post-footer">Paola Vaggio</div>Paola Vaggiohttp://www.blogger.com/profile/08179731812094721488noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-5906136.post-10796560875634749342023-02-09T21:45:00.006+01:002023-02-09T22:02:13.242+01:00Me cuesta imaginar una nueva etapa
<p>Estoy buscando un piso. De compra. En Barcelona. Triple mortal. </p><p>Ya llevo varios meses. Desde agosto. Es una de mis búsquedas. He visitado muchos. </p><p>Lo que más me impacta es cuando entro en un lugar en el que se palpa que ha vivido alguien y que ya no. O sea, que se ha muerto. Y tú estás ahí en su casa, con sus muebles, tratando de imaginar una nueva etapa. Me cuesta mucho, la verdad, imaginarme en un lugar que está lleno de recuerdos de otra persona. Como ya sabéis, soy muy sensible al pasado.</p><p>A veces viven y tienen la bolsa del pan en la cocina y la televisión encendida. Y tú estás ahí, como de visita, viendo su casa e imaginando como sería vivir en ella (cuando se vayan con sus cosas..., su tele, su pan...)</p><p>Esto de buscar piso está siendo muy raro. No me hace especialmente ilusión, pero sí creo que puede ser algo bueno a largo plazo, cuando ya no pueda asumir ningún alquiler sola, pero sí una hipoteca a 20 años. Es un poco de locos. Está siendo difícil, porque en los pisos que visito quiero sentir una especie de señal, una intuición, un flechazo, algo que indique "es aquí". Hay ciertas resistencias, boicots. Una de ellas es que vivo desde hace 9 años en el mismo lugar y lo siento como mi hogar. Otra de ellas es mi presupuesto, que tampoco soy rica, solo persona afortunada, y la zona por la que busco no es barata. Esto más que una resistencia o boicot es una circunstancia. Y además, me encanta mi casa de alquiler. Es mi sitio, donde estoy a gustito. Y donde he pasado mil historias bonitas y también otras feas.</p><p>Hay otro tema que dificulta mi proyección hacia el futuro, y es cierta desazón. No me inspira nada el futuro. Resumen, es un tema complejo. </p><p>Llevo algunos días pensando en escribir. Tuve muchas ganas el domingo pasado porque el sol de las tres de la tarde me recordó a Madrid. Me sentí allí. Fue un instante. La última vez que fui fue en 2017. Una visita corta pero que aproveché muy bien. El tema de visitar otros lugares o viajar lo tengo abandonadísimo desde 2020. Siempre deslizo a la izquierda cuando me topo con alguna foto a la que le gusta mucho viajar o vivir en muchos sitios distintos. Claramente no está entre mis prioridades en estos momentos. La gente que se mueve mucho me causa desconfianza. Aunque si surge, por qué no. Pero no me surge. Tal vez debería obligarme a viajar. Me siento un bicho raro con esto de no ser nómada en tiempos de peña moviéndose de aquí para allá super motivada.</p><p>Hoy he dado un mordisco a un cruasán de chocolate y me ha transportado a cuando era pequeña e iba a patinar sobre hielo. </p><p>He estado paseando una hora y media con mi perra y me he quedado helada. Que es cuando me he comprado el cruasán. Hemos ido hasta la playa, y luego nos hemos metido por la parte antigua del barrio y hemos ido subiendo, hasta volver a casa. En invierno, caminar por la pinada que hay frente a la playa siempre me da la sensación que es como estar en una localidad costera en temporada baja. Y me recuerda al hotel melancoisla. Me gustan mucho esos paralelismos temporales y espaciales.</p><p>Desde que empezó el año, no ha habido ningún fin de semana en el que no haya ido a algún concierto o similar. Estoy teniendo un 2023 muy social, de momento.</p><p>También grabé una canción en solitario (todavía no sé cuando la voy a estrenar) en un estudio durante un fin de semana de enero. Primero grabé la batería y luego los otros instrumentos. Tuve muchas conexión con el técnico del estudio, que aunque ya nos conocíamos, nunca había pasado tanto tiempo a solas con él. Desayunábamos, nos metíamos en el estudio, luego él preparaba comida (pasta riquísima, es italiano), luego volvíamos a meternos a grabar hasta la noche, luego escuchábamos un disco después de cenar y lo comentábamos. Muy agradable, la verdad. Dentro de unas semanas vuelvo, pero esta vez con la banda. </p><p>Estoy un poco desganada en relación con el proyecto del grupo. No por nada en concreto, supongo que cinco años son bastantes ya como para sentir el cansancio en algo que requiere tanta energía, o en lo que yo he volcado tanta. Creo que es una fase, una temporada de capa caída. Cualquier día de estos me despierto y vuelvo a sentirme con ganas. El año pasado tocamos mucho en directo y en el último concierto (noviembre) pensé que me apetecía mucho parar. Aunque también es verdad que disfruté muchísimo esa noche. </p><p>Creo que necesito algún buzz. Como un despertar, no sé si me explico. Alguna novedad. Porque estoy un poco triste, pero no sé exactamente el motivo. ¿Esto es tristeza?</p><p>Ayer me preguntaron dos veces dónde estaba el metro. Qué curioso, ¿no? La primera, una chica de unos 20 pocos, que me dijo "perdona, sabes donde está la parada de Llacuna, es que me he dejado el móvil". Me encantó el dato, "es que me he dejado el móvil". Como la explicación, el porqué preguntaba. Supongo a que los centennials le parece rarísimo preguntar cosas por la calle, toda su vida han vivido con respuestas en el móvil o en el ordenador. Luego me preguntó lo mismo un tío, "¿está cerca el metro?" Y yo, pero qué pasa hoy. Debo tener cara de persona maja. Persona que da respuestas.</p><p><br /></p><p><br /></p><div class="blogger-post-footer">Paola Vaggio</div>Paola Vaggiohttp://www.blogger.com/profile/08179731812094721488noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-5906136.post-61721957894792759512022-12-31T22:19:00.003+01:002022-12-31T22:19:57.394+01:00Despedir el año<p>Hoy toca el clásico post de fin de año, pero voy a escribirlo rápido porque se ha hecho tarde.</p><p>Este ha sido un año muy productivo, no he parado. Laboralmente, lo he vivido con pasión, y musicalmente, también. En el trabajo, he estado divirtiéndome y aprendiendo. Y en lo musical, hemos tocado mucho en directo. Han sido doce meses intensos, de producir, de hacer, de llevar a cabo muchos proyectos. </p><p>El 2023 me parece una incógnita. Creo que van a haber cambios. Espero vivirlos sin demasiadas dudas.</p><p>Me he tomado esta última semana del año para descansar y hacer las cosas que más me gustan. Entre ellas está ir en bici con mi perra, pasear por el parque de la Ciutadella, nadar y juntarme con mis amigas.</p><p>Ha sido un año de reencuentros felices y de personas que han vuelto a mi vida.</p><p>Un año con momentos muy bonitos y sin ningún sobresalto. Y si lo ha habido, no lo recuerdo.</p><p>Espero que en 2023 siga lo bueno y sea un año vibrante y luminoso.</p><div class="blogger-post-footer">Paola Vaggio</div>Paola Vaggiohttp://www.blogger.com/profile/08179731812094721488noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5906136.post-11740775165343480612022-12-12T23:55:00.008+01:002022-12-13T00:18:31.490+01:00Tirar del hilo y juntar las piezas<iframe allow="accelerometer; autoplay; clipboard-write; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture" allowfullscreen="" frameborder="0" height="215" src="https://www.youtube.com/embed/lo4KMGiy--Y" title="YouTube video player" width="460"></iframe><p><br /></p><p>Llevo unos días queriendo escribir. Lo he hecho mentalmente, sobre todo dando largos paseos por el mundo rural. Aunque me ha gustado estar cinco días frente a la chimenea, viendo vacas, toros, caballos y en un pueblo de postal, a la vuelta tenía unas ganas locas de ciudad. Nada más llegar me fui a unos conciertos a 15 paradas de mi casa para pasar un rato bien largo en el vagón: no hay lugar más asfixiante y rematadamente urbano que el metro. E hice el trayecto con gusto, el de ida y el de vuelta. </p><p>Estos días de "desconexión" he estado pensando en un amor antiguo. ¿Puede que tuviera ganas de que llegara el momento de rescatarlo sin que me doliera? </p><p>Escuchando algunas canciones que ya no recordaba que me recordaban a ella. </p><p>Qué impactante es tener <span>que</span> tirar del hilo y juntar las piezas con esfuerzo y... entonces sí, reaparece algún detalle bonito en el que no podías dejar de pensar entonces.</p><p>A pesar de que aquel desamor fue triste y se mezcló con otras historias (en ese momento no hacía caso de las alertas que se iban encendiendo en el panel de control), el paso del tiempo le ha dado un sentido épico. Fue una especie de viaje lleno de aventuras y desventuras, pero con final feliz. Reencontrándote contigo misma y todo ese rollo. </p><p>Mira qué bien, todo resuelto.</p><p>Que no. Que era broma. ¿No será demasiado aburrido escribir cuando esté todo resuelto?</p><p><br /></p><div class="blogger-post-footer">Paola Vaggio</div>Paola Vaggiohttp://www.blogger.com/profile/08179731812094721488noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-5906136.post-68928714897261253902022-11-27T06:55:00.000+01:002022-11-27T06:55:02.824+01:00Se acerca el final del año<p>Ayer tocamos en una sala a la que le teníamos muchas ganas, y además era nuestro último concierto del año. Para mí fue una noche muy bonita en el escenario, disfruté como nunca. Me sentí muy cómoda y también muy niña que juega a cantar y a tocar la guitarra en una banda. Cuando disfruto tanto, la sensación es tan placentera e intensa que me cuesta dormir, y al día siguiente sigo en la nube. Me he levantado tarde y he desayunado con mi perra en una terraza del barrio mientras el sol calentaba el ambiente húmedo y frío; me he sentido afortunada por todo.</p><p>Después del concierto, me quedé bailando en la fiesta que empezaba justo después. </p><p>El momento de volver sola a casa después de un concierto me parece muy de película de Isabel Coixet a finales de los 90's. Sea en taxi, sea en metro, sea en coche, sea andando.</p><p>***</p><p>Llevo semanas reflexionando sobre lo que significa ser valiente. Me he dado cuenta de que no siempre está relacionado con tomar riesgos. Hay que ser valiente para no dejarse llevar por la impaciencia, las prisas, los miedos, la inseguridad. Ser valiente para cuidarse y cuidar a los demás. Etcétera.</p><p><br /></p><div class="blogger-post-footer">Paola Vaggio</div>Paola Vaggiohttp://www.blogger.com/profile/08179731812094721488noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5906136.post-24694743579308216662022-11-06T02:49:00.001+01:002022-11-06T12:22:16.448+01:00¿Por qué siempre tengo en mi cabeza que debo demostrar algo? <p>Tengo que ir a la psicóloga y a la oftalmóloga. Ambas especialidades están relacionadas con cómo ver, qué ver, cuánto ver, dónde ver. </p><p>Reconozco que estoy en un momento extraño. Ni bueno ni malo. Al final, lo que nos pasa, es la vida. Todo esto que nos pasa es la vida. Las decepciones, las ilusiones, los éxitos, los logros, los sueños, las frustraciones, el aburrimiento, los enfados, los ni fu ni fa, la euforia, los disgustos, las alegrías, las primeras veces, las últimas, las noches en vela, la ropa por recoger, los platos sucios, los encuentros, los reencuentros, los momentos de luz y los momentos de sombras. </p><p>Hoy hemos hecho un concierto. No es nada fácil lo que hacemos, la verdad. Siempre tengo la sensación de que salimos al escenario a demostrar por qué estamos en ese escenario. Puede ser agotador. Me gustaría salir al escenario sin más. Puede que sea un tema mío. El tener que demostrar siempre que soy válida para esto y para lo otro, como si siempre planeara la duda. Si de algo me sirve escribir estos diarios es para dar con la clave, con la pregunta exacta. ¿Por qué siempre tengo en mi cabeza que debo demostrar algo? De todos modos, sí, lo que hacemos es complicado se mire por donde se mire. Y lo que hace el público que viene a vernos, también. Plantarse frente a un grupo, del que no conoces nada (o apenas nada) y sencillamente quedarte por curiosidad, es bastante fuerte... Aunque tal vez, el hecho de conseguir que se queden y que los aplausos cada vez sean más entusiastas, y que en los finales de concierto siempre haya esa sensación de haber conseguido hacer disfrutar con tu música a esas personas <i>random </i>que han venido a verte, tiene su mérito.</p><p>Hoy estaba en el escenario y pensaba, esto mola, estar aquí, tocando, y que te miren, y te escuchen, y a la vez pensaba, qué difícil es estar aquí tocando frente a estas personas, exponiéndome tanto. Después de cinco años haciendo conciertos, tengo ya una serie de estrategias para sobrellevar los momentos complicados en el escenario. Básicamente, mi estrategia para los momentos de agobio es recordar cómo me gustaba de pequeña imaginarme tocando en un grupo, bajo esas luces rojas y esos focos que a veces deslumbran y no dejan ver más allá. Y me transporto a mi habitación de entonces y a esos momentos de ensoñación.</p><p>Hoy he cogido dos taxis. El otro día me compré una guitarra. Ayer me fui a dar un masaje de una hora. Si tengo un problema, no es monetary.</p><p><br /></p><p><br /></p><div class="blogger-post-footer">Paola Vaggio</div>Paola Vaggiohttp://www.blogger.com/profile/08179731812094721488noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5906136.post-33878807437813527782022-10-24T21:18:00.008+02:002022-10-26T04:13:39.434+02:00Cuando el futuro ya no sea futuro<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj6aBDVmWap9IOn8wIzA_rWdAnKI7VUGFCpRs7E4lz8lVP5KoW0aQOWsA1X9sWO1m-pLRBm_ERyxMN_vbciUuFxgvt8ASk6a5HbEyR2zFAjmv51YXOXyoIPlRPx4ocuSmIP0hbCvnLsBjapaaKKv3I0lticCuSU0hF24UQWihWEgxvwOPjOOHw/s2994/F2DB66E9-942E-45C4-B72E-3C69507B3DDF.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2621" data-original-width="2994" height="280" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj6aBDVmWap9IOn8wIzA_rWdAnKI7VUGFCpRs7E4lz8lVP5KoW0aQOWsA1X9sWO1m-pLRBm_ERyxMN_vbciUuFxgvt8ASk6a5HbEyR2zFAjmv51YXOXyoIPlRPx4ocuSmIP0hbCvnLsBjapaaKKv3I0lticCuSU0hF24UQWihWEgxvwOPjOOHw/s320/F2DB66E9-942E-45C4-B72E-3C69507B3DDF.jpeg" width="320" /></a></div><br /> <p></p>
Soy una persona muy enamorada de su rutina. Cada día salgo de casa y cruzo esta calle, y pienso en el magnetismo que ejerce sobre mí esa línea recta que se pierde en el horizonte. Reconozco que es de una belleza peculiar, o te gusta o te es indiferente. Es una avenida muy tranquila, sin apenas coches, solo los justos para dar ambiente... Me encanta recorrerla en bici a pleno sol, y también de madrugada cuando vuelvo a casa.<div><br /></div><div>He pausado mi otra búsqueda. Así que ahora ya no busco nada, por el momento. Estoy cansada de pensar en el futuro y de adelantarme a los acontecimientos. Me estaba estresando bastante.
He estado un poco enferma estos días, del estómago, y también con vértigos. Un toque de atención. Al futuro llegaré cuando ya no sea futuro. Ahora estoy en este lugar.</div><div><br /></div><div><br /></div><div class="blogger-post-footer">Paola Vaggio</div>Paola Vaggiohttp://www.blogger.com/profile/08179731812094721488noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-5906136.post-83352262904120127462022-10-09T23:05:00.002+02:002022-10-09T23:07:28.526+02:00El frankfurt con letras de frankfurt<p>Siempre que conduzco por la AP7 recuerdo aquella mañana del primer fin de semana de marzo del año 2006. </p><p>Yo llevaba una camiseta de rayas rojas y blancas. La estrenaba ese día. El sol inundaba la autopista. </p><p>Me dirigía a tu casa por segunda vez. Me habías invitado a comer. Cuando llegué, abriste una cerveza y nos sentamos en aquel sofá que era de color beige. Todavía no vivías allí pero había algunos muebles. </p><p>Nos pusimos a hablar, no recuerdo de qué. En medio de la conversación, me acariciaste las manos y sentí que no podía contenerme. Nos empezamos a besar. Nos desnudamos y nos fuimos a la cama. Pasaron las horas volando. Era la primera vez que nos acostábamos juntas.</p><p>A las ocho salimos de la cama. Ya había oscurecido. Bajamos a la calle a comer algo, estábamos hambrientas. Entramos en un frankfurt con letras de <i>frankfurt</i>. Llevabas una parka de ante azul. Yo una chaqueta también azul. Me dijiste que nos habíamos conocido en un momento complicado. Yo pensé, vaya... siempre me pasa lo mismo. Pero la verdad es que nada fue complicado, al contrario.</p><p>Fuimos inseparables durante siete años.</p><p><br /></p><p><br /></p><div class="blogger-post-footer">Paola Vaggio</div>Paola Vaggiohttp://www.blogger.com/profile/08179731812094721488noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-5906136.post-58871122685380432612022-10-08T21:40:00.022+02:002022-10-09T23:10:08.514+02:00A seis días de mi cumpleaños<div style="text-align: center;"><iframe allow="accelerometer; autoplay; clipboard-write; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture" allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="https://www.youtube.com/embed/T2gVj4Kw5U8" title="YouTube video player" width="560"></iframe></div><div style="font-stretch: normal; line-height: normal; margin: 0px; text-align: left; text-size-adjust: auto;"><span style="-webkit-text-size-adjust: auto; font-family: inherit; text-size-adjust: auto;"><br /></span></div><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;"><span style="-webkit-text-size-adjust: auto; text-size-adjust: auto;">Estuvimos viendo en primera fila a Molly Nilsson. Que en tu ciudad programen a alguien como Molly para la fiesta mayor es indescriptible. </span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;"><span style="-webkit-text-size-adjust: auto; text-size-adjust: auto;">Nos volvimos locas con Happyness, Windows 95 y I hope you die (aunque en esta última los graves estaban que te reventaban el pecho). El último disco me gusta mucho, tiene temas que, sencillamente, te llevan a otro lugar. Molly Nilsson siempre aporta algo muy especial, es oscura y luminosa al mismo tiempo, y admiro que salga ella sola al escenario a lanzar canciones como una arquera con flechas negras. </span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;"><span style="-webkit-text-size-adjust: auto; text-size-adjust: auto;"><br /></span><span style="-webkit-text-size-adjust: auto; text-size-adjust: auto;">Antes del concierto, fuimos a la feria y también a la playa a ver los fuegos artificiales. Pólvora y nubes de azúcar. Luego, nos imaginamos que éramos turistas, y nos tomamos un spritz en</span><span style="-webkit-text-size-adjust: auto; text-size-adjust: auto;"> </span> <span style="-webkit-text-size-adjust: auto; text-size-adjust: auto;">una de las terrazas del puerto. G y yo somos amigas desde hace 20 años y es como estar en casa. De madrugada empezó a llover y me pilló la tormenta en la bici, pero fue divertido. Llegué a casa empapada y con la sensación de haber vivido una noche especial. Qué más se puede pedir.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;"><span><br /></span>Buscar algo que no te hace especialmente ilusión es complicado. No encontrar es cansado. Busco dos cosas en mi vida. No encuentro ninguna de las dos. Una la busco de forma activa y la otra la tengo bloqueada.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;"><span><br /></span>El sábado pasado tocamos y las pruebas de sonido fueron difíciles porque el lugar tenía una acústica curiosa. Visto desde la distancia de una semana fueron divertidas. El concierto fue muy bien, disfruté de las canciones, N ya las tiene domadas y estar con ella en el escenario me da confianza, pero lo que más me gustó fue la cena, entre risas y con personas a las que conocer mejor. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;"><span><br /></span>Pienso mucho en el final de las cosas. Es lo que más echo de menos de la juventud, no ser consciente de que el tiempo pasa, ni de las últimas veces. A seis días de mi cumpleaños, me hago muchas preguntas y crecen los miedos. Estoy en un periodo extraño, un poco adormecida, pero me doy cuenta de que con un puñadito de ilusión revivo como las plantas, es una descarga eléctrica.</span></p><div class="blogger-post-footer">Paola Vaggio</div>Paola Vaggiohttp://www.blogger.com/profile/08179731812094721488noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5906136.post-7721617462175395152022-09-23T06:40:00.008+02:002022-09-23T06:58:56.145+02:00Insomnio postveraniego<p>Por si alguna persona todavía sigue este blog como si fuera un serial, la respuesta antes las dudas del anterior post fue NO. Decidí abstenerme y esperar.</p><p>Este mes ha hecho diez años que vivo en esta casa, que fue mi refugio en un momento muy difícil de mi vida (durante la depresión) y también fue mi palacio una vez recuperada. Es mi hogar.</p><p>Recuerdo perfectamente la primera tarde que entré en ella. Eran las cuatro. Yo ya me había decidido por otro piso que, aunque no me gustaba del todo, cumplía. Comiendo en la rambla decidí echar un último vistazo en Idealista , por si acaso, y vi el anuncio. Llamé y me dijeron que en un cuarto de hora empezaban las visitas, y que si llegaba en 10 minutos, me lo enseñaban la primera. Pedí la cuenta en el bar y salí corriendo, escopeteada.</p><p>Cuando se abrió la puerta, el sol inundaba el pasillo y el comedor. Me deslumbró. La galería-terraza era una estancia olvidada, con una tela negra raída que colgaba del ventanal, desconchones en las paredes pintadas de verde hospital. Las vistas a las fábricas antiguas. La chimenea industrial. Los jardines salvajes de los patios. Las gaviotas. El mar cerca. Vi un oasis.</p><p>(Y no me equivoqué.)</p><p>Corrí hacia la oficina de la inmobiliaria porque sabía que, seguramente, alguien más vería el tesoro escondido. Cinco minutos después de sentarme en el despacho del agente inmobiliario, llegó una pareja que también estaba interesada y, poco después, otra más. Que decidieran dármelo a mí seguramente fue cuestión sentimental, pues resulta que yo trabajaba en el colegio al que había ido la propietaria de niña, y creo que eso fue un punto a mi favor. Una especie de señal. </p><p>Estaba en un momento muy complicado, perdida, desorientada, confusa y con muchas heridas abiertas. Necesitaba un lugar en el que curarme. Un lugar en el que empezar de cero, un lugar para volver a ilusionarme. Un lugar en el que recomponerme. Y sí, fue todo eso y más... con mucho sudor y lágrimas, porque los siguientes 4 años fueron muy difíciles emocionalmente. </p><p>Por eso, ahora, es mi hogar. Mi punto en el mapa. Mi calle. Mi barrio. Mis vecinas. Mis amigos. Mi rutina. Mi entorno. Me siento muy conectada. </p><p>El sábado pasado, cuando toqué con mi grupo en la fiesta mayor del barrio, fui absolutamente feliz. La única bandera de la que estoy orgullosa es de la de mi barrio. Este es el nivel. Localismo al 100%. También es verdad que la lucha vecinal contra la gentrificación, el turismo masivo y el plan urbanístico que destruye buena parte del pasado industrial y lo sustituye por bloques de oficinas y residencias universitarias, es el ingrediente definitivo para sentirse todavía más vinculada porque hay una lucha común, un propósito. </p><p>Hace diez años no había apenas nada en esta zona del barrio. Yo le llamaba "walking dead", sobre todo los domingos por la mañana. Sólo calles anchas, con edificios industriales y alguna que otra fábrica olvidada, alguna galería de arte, algún coworking... pero nada. Tenía un rollo inusual, decadente, olvidado, pero a la vez vibrante, que me gustaba. También eran las calles por las que, de pequeña, esperaba a que mi padre saliera del trabajo. Era un match ideal. Diez años más tarde es uno de los sitios “cool" de la ciudad, con los alquileres cada vez más caros. Y lo peor es que con la gentrificación, va perdiendo identidad, la identidad que lo hizo distinto. Y eso sí que me da pena. Pero hay que resistir hasta que se pueda. </p><p>Me siento bien la mayor parte del tiempo, incluso cuando se abre la zanja. El otro día, escuchando música me di cuenta de que las canciones iban rascando, con sus largas uñas afiladas, mi corazón. Es mi zona en obras permanentes. No sé cuando se acabarán. No sé ni lo que se está construyendo ahí, en mi corazón. ¿Un parque verde, con árboles inmensos y flores raras? ¿Una fortaleza impenetrable? ¿Una calle peatonal? Espero que un día, por fin, se retiren las excavadoras... hasta entonces, NI PUTA IDEA. </p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><div class="blogger-post-footer">Paola Vaggio</div>Paola Vaggiohttp://www.blogger.com/profile/08179731812094721488noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-5906136.post-79473373277694513972022-09-03T02:29:00.004+02:002022-09-03T02:29:48.340+02:00Dudas ante una decisión<p>Estoy sentada en un banco de la plazoleta de Can Ricart tratando de vislumbrar la opción correcta. Se está a gusto, a la sombra, con un silencio extraño porque no lo es: ruido lejano de máquinas excavadoras. A veces pienso que toda esta rumiación me entretiene, me está dando un foco, una diana a la que apuntar, y está desplazando otras preocupaciones. </p><p> ¿Cómo decidir lo mejor? Sería absurdo querer decidir lo peor. </p><p>Si ambas opciones conllevan riesgos, ¿debería inclinarme por el más moderado o por el que das el salto? ¿Son excusas o sentido común? ¿Es miedo del bueno o del malo? ¿Los obstáculos son señales o pruebas? Mi intuición, ¿es eso que me frena o lo que me lanza?</p><p>Hay momentos en los que lo tengo muy claro. La respuesta es sí. Hay momentos en los que no lo tengo claro. La respuesta es no.</p><p>Me gustaría estar convencida y lanzarme a por el "sí", en parte porque solucionaría algo muy importante. ¿Y si estoy dejando escapar una oportunidad? ¿Y si en un futuro se presenta una oportunidad mejor?</p><p>¿Lo estoy teniendo todo en cuenta?</p><p><br /></p><div class="blogger-post-footer">Paola Vaggio</div>Paola Vaggiohttp://www.blogger.com/profile/08179731812094721488noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-5906136.post-76811395840446569212022-08-23T02:33:00.011+02:002022-08-23T10:17:39.337+02:00Cambiar las cosas de sitio<p><br /></p><p>Llevo un par de días de tristeza veraniega (creo que no me sienta bien no descansar suficiente). Como un acto casi instintivo, me he puesto a mover muebles, a cambiarlos de lugar mientras sonaba un disco de Beach House. Durante el proceso, ha habido un momento en el que todo estaba amontonado y me bloqueaba el paso el escritorio, el sofá, las lámparas, las librerías, las guitarras, el teclado, los amplificadores, la escoba, los cojines... era imposible moverme. Me he quedado atrapada en la habitación... y he visto claramente que aquel espacio desordenado era una metáfora de mi mente y mi corazón estos días. Ya eran más de las diez cuando he conseguido ponerlo todo en su nuevo lugar. Mañana acabaré de ordenar algunas cosas.</p><p>Este fin de semana me lo he pasado bien saliendo y "socializando", pero me siento distante cuando la gente empieza a beber y a drogarse demasiado, no va conmigo. Y me marcho.</p><p>Volviendo en bici de madrugada vi una rata cruzando el Paralelo y otra en las Ramblas. El sudor me caía por la espalda y el frescor de la noche lo enfriaba. Volver siempre me ha gustado. Supongo que va a personas. Yo soy de volver feliz a mi casa. Recuerdo cuando decíamos "lo mejor es volver juntas". Ha pasado ya una eternidad de eso. Diez años. </p><p>Hubo otra vuelta nocturna épica esta semana, bajando en bici a toda velocidad por la calle Sardenya con R y C, sin apenas parar, y acabando en un frankfurt del barrio compartiendo un poquito más de la noche.</p><p>Este otoño tenemos muchos conciertos. Y me gusta mucho el cine francés. </p><p><br /></p><div class="blogger-post-footer">Paola Vaggio</div>Paola Vaggiohttp://www.blogger.com/profile/08179731812094721488noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-5906136.post-48477363211106690482022-08-15T00:28:00.012+02:002022-08-23T01:54:05.413+02:00Yo sigo escribiendo por si ocurre algo<div style="text-align: center;"><br /></div><div><p>Siempre me ha parecido que las piscinas, de forma misteriosa, se conectan entre sí, pero no como en la película <i>El Nadador,</i> en la que Ned Merill atraviesa una urbanización nadando de piscina de piscina (peli ideal para el cine de cámping). No, mi idea es más fantasiosa: que una piscina, mientras nadas, se convierte en otra por arte de magia. Por lo tanto, se sabe en qué piscina se empieza a nadar, pero no en la que se acaba. </p><p>Ayer, mientras nadaba, le di una vuelta más a la idea. No solo imaginé que la piscina se conectaba con otra, sino que esa otra piscina estaba en el pasado. O sea, una especie de viaje en el tiempo a crol. Y no sólo se conectaba con esa piscina del pasado, sino que yo estaba allí, mi yo de entonces estaba allí nadando conmigo. Mantuve una conversación en silencio con ella -con mi yo de entonces- mientras nadaba. En cada vuelta de campana le advertí de las cosas que tal vez era mejor no hacer... o sí, pero con cuidado. Le hablé a mi yo del pasado de los miedos que iba a tener, y de las dudas y de las decisiones que debería tomar. Le hablé claro. Spoiler total. Si haces esto, pasará esto y también esto otro. También le di claves, claves de futuro. Situaciones que no debía temer, lugares a los que debía ir, personas a las que debía conocer. Le di direcciones completas, calles, números, días, horas, nombres. Nombres.</p><p>En algún momento me pregunté seriamente: "¿te imaginas que todo esto está dando resultado y que cuando sales de la piscina todo el presente se ha modificado porque se ha alterado el pasado?" </p><p>Está siendo un verano bonito. Un verano familiar y de amigas y amigos. Un verano de piscinas frente al mar, de piscinas con jardín y de piscina cubierta. Y de piscinas olímpicas. Y también de playas y brisa del mar. Y de patatas bravas, paellas, gazpacho, ensaladilla rusa... Y de melón. Y de nectarinas. Y de bares. Y de cenas. Y de futuras nuevas casas, o quién sabe. Y de reencuentros. Siguen los reencuentros. Me gustaría que apareciera una persona nueva o renovada. Una persona como una llamarada brillante, pero también como aire fresquito -está siendo un verano de mucho calor.</p><p>Yo sigo escribiendo por si ocurre algo, por si aparezco en otra piscina.</p><p><br /></p></div><div class="blogger-post-footer">Paola Vaggio</div>Paola Vaggiohttp://www.blogger.com/profile/08179731812094721488noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5906136.post-54824398214965378962022-07-05T00:00:00.007+02:002022-07-20T15:17:29.733+02:00Aprender a resistir en tu espacio<p> </p>
<iframe allow="accelerometer; autoplay; clipboard-write; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture" allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="https://www.youtube.com/embed/hxfGQ2AJHGk" title="YouTube video player" width="560"></iframe>
<div><br /></div><div>Nadar enseña a saber cual es tu espacio, a ganártelo y a protegerlo. Cuando eres novata y te toca compartir carril en la piscina, te pones nerviosa, de hecho, es bastante común abandonarlo, porque te sientes incómoda con alguien que nada más rápido, o que ocupa más volumen, o que nada de forma agresiva... No solo incómoda, también insegura, piensas que tal vez estás molestando, que estás entorpeciendo el ritmo del otro, y que van a comerte viva los tiburones; pero con el tiempo aprendes a resistir en tu espacio de carril, aprendes a confiar en tu brazada, en tu respiración y en tu ritmo, porque es el tuyo. Cuando confías en eso, empiezas a respetarte y empiezan a respetarte. Así es cómo comienzas a sentir que tienes tu espacio en el carril. Ya puedes compartirlo con quien quieras. Por lo general, si la otra persona también sigue los códigos clásicos de una piscina, no tiene por qué haber ningún problema. </div><div><br /></div><div>Esto no lo aprendí de las nadadoras más rápidas, lo aprendí, precisamente, de las personas más lentas. Empecé a darme cuenta de que era su forma de reivindicar su espacio. Hacía tiempo que quería anotar esta reflexión en el blog, sobre nadar y respetar los ritmos. Hoy es el día.</div><div><br /></div><div>Me siento en plena forma mental, emocional y físicamente. </div><div><br /></div><div>En los últimos cuatro meses he afianzado muchos espacios, espacios simbólicos, espacios que tienen que ver con una misma, con lo que se es. Reconciliarme con mis decisiones del pasado, con mis actitudes, con mis inseguridades, y también con las de los demás (esto es importante), abre el mundo; pero solo funciona si lo haces de verdad. La clave para hacerlo de verdad no la sé, pero puede que tenga que ver con no buscar nada a cambio. </div><div><br /></div><div>En los últimos meses, he tenido algunos reencuentros con personas que forman parte del pasado, reencuentros físicos y también virtuales. Por algún motivo, la manera de acercarme a esas situaciones pasadas, me ha ayudado a sentir algo similar a cuando sabes que tienes tu espacio en el carril de la piscina.</div><div><br /></div><div>He puesto esta canción tan épica de Little Simz porque la ocasión lo merece. <i>I'm a black woman and I'm a proud one!</i></div><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div><div class="blogger-post-footer">Paola Vaggio</div>Paola Vaggiohttp://www.blogger.com/profile/08179731812094721488noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5906136.post-76915985877106473802022-06-25T00:56:00.001+02:002022-06-25T00:58:56.569+02:00Sueños sencillos<div>Ayer fue la noche de San Juan y celebramos la verbena en mi casa, como antes de la pandemia. Acabo de decidir que es mi fiesta preferida. Mis amigas, el verano, la brisa de la noche (por fin se ha ido el calor sofocante), los fuegos artificiales de fondo y los rituales de la suerte inventados.</div><div><br /></div><div>También he inaugurado la temporada de <i>cine</i> <i>de camping, </i>que es como le llamo yo a salir a la terraza con el portátil y ver una peli. Es una tradición veraniega que instauré hace ya unos años. Es una especie de juego para mí, o así lo vivo, porque nunca he ido de cámping, pero siempre imagino que la sensación debe ser parecida. </div><div><br /></div><div>Me gusta mucho fantasear con ir de cámping por primera vez, algún día, cuando yo quiera. Es una especie de as bajo la manga, que me guardo. Es maravilloso tener un sueño sencillo, fácil de cumplir y posponerlo para que siempre sea un sueño posible.</div><div><br /></div><div>De momento, en mi <i>cine de cámping</i>, he visto dos películas que me han gustado mucho: <i>L</i>'<i>Animale </i>y<i> True Things. </i>La protagonista <i>D</i>e <i>l'Animale</i> es una adolescente en momento de cambio, con una coraza rígida que va cayendo a medida que avanza la película. Bueno, a mí me ha parecido que esa era la metáfora. Lo que más me ha gustado (estéticamente) ha sido: cuando va en moto de noche, los árboles iluminados con luz roja, el baile con la chica de la que se enamora, la nuca rapada, las protecciones de motocross (como la coraza), la manera de fumar, la cueva, los créditos. </div><div><br /></div><div>Y <i>True Things</i> narra la deriva de una mujer que se embarca en una relación tóxica y muy adictiva. El colofón de la película es el baile liberador de la protagonista mientras suena Lick My Legs de Pj Harvey. </div><div><br /></div><div>Qué mejor que el cine de cámping para reflexionar sobre la vida. Ahora veo tantas banderas rojas en todas partes... que es complicado iniciar una relación. Pero, como dice mi amigo J., es mejor verlas.</div><div><br /></div><div>Me he dado cuenta de que me apetece más escribir en verano, que en invierno.</div><div class="blogger-post-footer">Paola Vaggio</div>Paola Vaggiohttp://www.blogger.com/profile/08179731812094721488noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-5906136.post-2473421123146414232022-06-21T00:17:00.001+02:002022-06-21T00:17:35.326+02:00Son los edificios de cristal<p><span style="-webkit-text-size-adjust: auto;">Se iluminan por las noches, los nuevos bloques de oficinas que han construído en el barrio. Edificios de cristal, como fantasmas entre la neblina del calor y la humedad del mar. Vacíos, por estrenar, expectantes, en silencio. Me parecen punzantes y poéticos. </span></p><p><span style="-webkit-text-size-adjust: auto;">Voy a hacerles hueco en mi corazón, aunque me gustaban más las fábricas de ladrillo en ruinas de principios del siglo XX. </span></p><p><span style="-webkit-text-size-adjust: auto;"><span style="font-family: inherit;">Se acumulan los descampados sin alma, exacavadoras al atardecer, abriendo zanjas. Gruas que se elevan y rozan las nubes. La historia del barrio cambia, pero no quiero quedarme anclada en lo que fue.</span></span></p><p><span style="-webkit-text-size-adjust: auto;">Los edificios de cristal, como fantasmas buenos que, en realidad, no quieren asustarte.</span></p>
<div class="blogger-post-footer">Paola Vaggio</div>Paola Vaggiohttp://www.blogger.com/profile/08179731812094721488noreply@blogger.com1