Acabo de salir al balcón. Es esa hora en la que los jueces de la carrera ya han recogido sus bártulos, la gente como yo vuelve del gimnasio, los dueños de los perros pasean a sus chuchos, y los hijos adolescentes salen a tirar la basura y empiezan a sentir algo, pero no saben qué.
Restos de sol en el cielo.
Es un buen momento para volver, claro que sí. Mi viaje en autobús tenía como banda sonora a Russian Red y ha sido bonito porque las gotas de lluvia se colaban por la ventanilla abierta y me resbalaban por la cara.
ResponderEliminarQuedas muy bien en esa casa, en ese balcón y en ese momento de ponerse el sol, Paola Vaggio.
Me gusta cómo lo narras todo porque es como estar allí contigo.
Quiero más...
vaya, cuanto te echabamos de menos...
ResponderEliminarSaber qué, uff complicado, yo sigo feliz con sentir algos, muchos algos
ResponderEliminarEso mismo pensé yo... a ver qué tal resulta... aunque veo que por aquí, GENIAL ;)
ResponderEliminarUn abrazote ;)
Sigue asomándote al balcón aviadora...
ResponderEliminarSaludos de tita y míos.
Nieves decorazon
eres tan verano, vaggio!
ResponderEliminarparece que han pasado un par de siglos desde que no disfruto de tu blog blanco.
qué alegria volver...
un abrazo, bonita
soy como esos adolescentes... será alegria? :) besos
ResponderEliminarEs cierto que es verano. Yo llevo meses imaginándola a la orilla del mar en días soleados. Así, en una isla. Todo muy Vaggio, con agua transparente y mar en calma.
ResponderEliminar;)
Salut, srta!
gracias por seguir ahí y mandarme comentarios que para
ResponderEliminarmí son postales desde lugares remotos. Espero
recuperar el blog un día de estos... es que he tenido un año como un lunes infinito.
Buena hora para salir al balcon.
ResponderEliminar:)