viernes, junio 30, 2006

las casualidades

hice algunas fotos

(Este post se puede escuchar. También está en mi página de audios. Incluye canción final de Christina Rosenvinge.)

Me estaba acordando de lo bien que lo hicimos con la ventana abierta y los coches pasando por la calle. No sabían nada de nosotras. Qué bien lo hicimos. Qué bien.
Intuí esa ventana hace años. Me pusieron el ordenador en aquella casa que había pertenecido a una familia rica. Tenía unos ventanales espectaculares. Algunas mañanas me quedaba ensimismada mirándola. Tal vez por eso me echaron a los tres meses. Me gustaba tanto... Se veía la copa de los árboles y algo más.
Años después me encuentro con una ventana similar en una quinta planta de la Gran Vía de Madrid. Me despierto y estás conmigo, chica con los ojos canica. Las personas no se pueden comer porque te quedas sin ellas pero a veces tengo ganas de hacerlo.
Cuando eras pequeña, las casualidades sacaban un metro y te medían la distancia entre el hombro y el cuello. De los 6 a los 16 años te lo medían cada semana, porque ya se sabe, pegas un estirón por la noche y ni te enteras. Y más en los gigantes.
A mi me medían la cabeza. Qué curioso, ¿no?
Años más tarde, mi cabeza encaja justo ahí, en el hueco. Qué listas son las casualidades.

jueves, junio 29, 2006

1,2,3 salvada!


¿Cómo puedo estar saliendo con la chica más "" y seguir respirando como si nada? Cualquier día de estos me pongo azul.

He estado salvando el curso. Y aunque J dice que "las cosas cuando se estropean es muy difícil arreglarlas", he conseguido mejorarlas. Lo que también es verdad es que "cuando no vas a clase es muy difícil aprobar". El hundimiento del primer semestre fue letal. Para poderlas rescatar he inspirado mucho aire como los poetas, y he ido a por ellas. Las asignaturas del segundo semestre están todas bien. En Llengua Catalana saqué la segunda mejor nota de clase. Estoy muy orgullosa de mí... orgullo Mí.

Ahora sólo queda aprobar solfeo el lunes a las 4 de la tarde. Si apruebo solfeo prometo no volver a preocuparme nunca más por lo que no sé hacer y puedo aprender. Si lo suspendo, me comprometo a hacer desde Julio hasta la fecha del examen en Enero:

- un dictado melódico día sí, día no. Sábados y domingos descanso.

- un dictado rítmico día sí, día no. Sábados y domingos descanso.

- Practicar la lectura vista cada día. Sábados y domingos descanso.

- Leer ritmos hasta el amanecer.

La profesora de Ibiza me ha ayudado mucho pero aún no voy segura a examen. Si a eso le sumo los nervios del momento, puede que no salgamos vivos de allí. Hace un año u medio, en el primer examen de solfeo que hice me puse a llorar. "Qué pequeña", cómo dirías tú. Me puse a llorar porque no me salía la voz y a mí siempre me ha salido la voz, sobre todo cuando se trata de cantar. Las líneas del pentagrama rodeaban mi cuello, me estaban ahogando y aquella profesora sin inmutarse. Era percusionista. Ya se sabe lo que dicen de los percusionistas... Cualquier día te hablan de Phil Collins.

"Paola, Phil Collins no sabía solfeo y aprendió en un año". Lástima que no me guste ni Génesis ni Phil Collins. Y Pj Harvey sabe solfeo? Pj Harvey lee partituras? re la fa? Coge un boli y escribe en el pentagrama? o se lo escriben? ¿Lleva medias cuando lo hace? Quizás eso podría motivarme algo más.

domingo, junio 25, 2006

se hizo especial



Aquí ya es verano, no he dejado de fumar, escucho tus cassettes en el coche.
Llevaba semanas planeándolo. El sábado organizé una fiesta en casa con platos de papel y vasos de plástico. Algunas chicas treintañeras, otras de veintipico, vino turbio, cerveza... Encargué cena para diez y estuve inflando globos en el parking. Todo eso sin que te dieras cuenta. No fué fácil. Por eso te tuve secuestrada en el estudio todo el día con la excusa de los exámenes.
Lo monté a escondidas, justo después de pasar ese ratito comprobando que el jardín está en la ruta de los aviones. Aparecen de repente en el cielo y no sé si están a punto de aterrizar o acaban de despegar.
Bajé el amplificador y el micro, me monté un escenario en el comedor para la fiesta. Canté con mi guitarra algunas canciones de Christina Rosenvinge, otras mías y de La Costa Brava. Luego hicimos una especie de sesión improvisada con Sara al piano y Marta a la guitarra y sólo nos salían bien las de Nino Bravo.
Nos pusimos todas a bailar canciones de los Beatles y de Elvis como si fuéramos de otra época y aquello fuera lo más. Luego jugamos a eso de pasar por debajo de una cinta sin tocarla. Llevo todo el día con tortícolis pero valió la pena hacer el ganso.
Han sido dos días para hacer volar los manteles y fabricar cometas con bolsas de plástico. Así son todos los días desde que te conocí. Yes, I got lucky...

viernes, junio 23, 2006

viva las vegas

Eres tan... tan... tan... tan.... que pareces un tambor

No sé por qué... pero a mis 12 años finalizaron las verbenas de San Juan en la piscina.
Yo era de esas niñas que al día siguiente buscaban los petardos que no habían explotado para alargarles la mecha con otra mecha. Era una resucitadora de petardos.
Mi padre siempre me compraba una caja llena. Cuando digo caja me refiero a una caja "caja" de las de cartón marrón. Abrirla era muy emocionante.

Nunca tuvimos ningún susto. Excepto aquella vez que un chaval me tiró un petardo en la oreja y me quedé sorda toda la noche. Mi padre fué y le dió un bofetón. ¡Se lió una buena en la piscina!
Las verbenas que vinieron después fueron sucedáneos absurdos de San Juan: noches con 4 petardos; con música sosa y del montón; sin piscina y sin baño final; con alguna hoguera de sillas y sillones viejos -qué tristes son esas hogueras-; con amigos que al año siguiente no están porque te han hecho la putada del siglo; con orquestas desafinadas y peleas familiares; fiestas llenas de desconocidos que te importan un pito...

Hubo una verbena en mi párking hace unos 10 años. La cosa acabó con el coma etílico de Pablo. Lo tuvimos que llevar en coche al hospital; le salían las piernas por la ventanilla. Es que era el gigante del instituto.

Pero este año sí haré lo que realmente quiero. Iré a buscarte y lo celebraremos. Porque además hace ya 120 días que me estoy enamorando -siempre en gerundio para que no se acabe- Imagino tu cuerpo trepando como una niña de la selva.

He ido a la tienda de música a comprar unas cuántas cosillas: cuerdas de guitarra, unos cables, púas nuevas... Lo necesito. Voy a pasar el mes de Julio haciéndote una canción. No haré nada más.

martes, junio 20, 2006

un botón


Ayer estuve un par de minutos en la plaza Lesseps esperando una llamada. Pasó uno de esos grupos de turistas hacia el parque Güell. No sé si uno de ellos- o todos- olía al jabón que usábamos en el hotel de madrid. Visualicé a sofía vaciando la cestita y robando todos los jaboncillos y las botellitas de gel. "Vamos a repartirlo" - dijo levántandose el parche- "Para ti el mini-costurero".

Pero si no sé coser. Es verdad que siempre me hace gracia el mini-costurero pero no soy persona de demasiados botones...

Al salir, nos encontramos delante del ascensor un carro lleno de cientos de jaboncitos, botellitas de gel, mini-maquinillas de afeitar, cepillos de dientes, esponjitas y minicostureros. Tuve que agarrar a Sofía. Un pecado capital brillaba en sus ojos.

domingo, junio 18, 2006

cansada

No quiero cambiar nada de sitio por si esa insignificancia pudiera alterar el orden de las cosas. Imagina que muevo un libro de una mesita de noche a la otra y ordeno un cajón. No debería suceder nada, es más, debería ser mejor. Estoy harta de estos miedos absurdos. Mañana voy a cambiarlo todo de lugar.
(aquí antes ponía "blog en pausa por exámenes")

jueves, junio 15, 2006

trabajando duro

Este collage lo he hecho yo para la clase de plástica

Ayer me leí el Estatut: cosa que no hará mucha gente de la que vota... (¡Qué repelente!)
A la una he quedado con Gemma. Ella llegará en moto y vestida de negro. Le voy a dar mi maleta de trabajos para que se los entregue a mi profesora mañana por la tarde. Justo cuando yo esté volando por encima de todos a saltos de gigante.
Hoy me acostaré después de la merienda para recuperar todo el sueño perdido. Llevo bastantes días sin dormir, trabajando duro para poder ir a Madrid mañana y para que vuelva a llover en la plaza mayor con Sofía. Es lo que más ilusión me hace: *que llueva. Incluso más que la presentación del libro. Y tal vez tengamos suerte. Mi perro negro barrunta lluvia, lo que no sé es si la predicción sirve para 600 km. Esta noche ha dormido debajo de mi cama. Lo hace siempre cuando va a llover. Su lomo brillante tiembla de miedo y se le resbalan las patas. Pero conmigo se siente protegido; sabe que duermo con un ojo abierto y que guardo la pistola en la mesita, por si me tengo que liar a balazos con una tormenta. ¿Eh chucho? ¡chucho guapo!

lunes, junio 12, 2006

falta el helado


Estos fines de semana le quitan intensidad al verano de los 12 años cuando nos tirábamos por la rampa en monopatín. La piscina de tu casa es la única piscina descubierta que he probado antes de que empezara Julio. Tampoco suelo comer a las cinco hasta que llega agosto ni estoy morena antes de San Juan. Pero este año la raya del bikini me delata en la habitación.

Me estoy saltando el protocolo estival contigo. Ahora falta el helado.

Un audio - post cortito : Píncha aquí o aquí

viernes, junio 09, 2006

acción


Antes de ayer inicié mi acción posteadora en el metro. Consiste en escribir en un post-it, o similar, una breve nota con lo que estés pensando en ese momento. Luego se deja en algún lugar del vagón.

La verdad: aún no sé para qué sirve. Quizás no tiene una utilidad específica. En mis fantasías imagino que un robinson crusoe me contesta y me deja una notita para el día siguiente. Pero eso es muy difícil porque primero, seguro que no me subo al mismo metro cada día; segundo, seguramente alguien usó mi postit para enganchar el chicle; tercero, en el caso de que mi notita hubiera sobrevivido todo el día, la patrulla de la limpieza acabaría requisando la mía y la de mi náufrago.

Hoy he dejado la nota enganchada en el vidrio. He mirado de reojo para ver si alguien se fijaba en el papel amarillo. No he notado que nadie le prestara atención. De todas formas, he saltado del vagón con una sonrisilla aventurera.

Nunca he sido una aventurera real. Mis padres fueron unos irresponsables y no me apuntaron a colonias ni a campamentos. Cosas de la vida. En su defensa, debería decir que la única vez que sí lo hicieron me escapé del autocar cinco minutos antes de que arrancara el conductor; mientras mis compañeros decían adiós con la manita a sus padres, yo me escabullí por la puerta trasera... a tomar por saco las colonias...

La maestra nos dijo: "Veréis gallinas y cerditos!". Pues me lo perdí. Y ya jamás he tenido la oportunidad de ver gallinas y cerditos de cerca. Tan sólo vacas. Vacas sí he visto.

7/6/06: El hombre de delante mastica chicle sin cesar.

Cuando se canse, empezará contigo..."

miércoles, junio 07, 2006

playa

La luneta trasera del coche de mi madre acabó hecha añicos en la calzada. Me parecía una pregunta absurda, pero le dije al otro conductor: "¿Qué ha pasado?" y me contestó "Que no te he visto..." Ahí terminó nuestra conversación. Llevé el coche al taller y cogí el mío. Lo paga el seguro del otro.

He estado tantos días en la playa con Sofía que apenas han sido tres.
Bajamos a una cala a la que ya hacía un par de años que no iba. No importa si caminas hacia atrás por la orilla, antes solían pasearse los cangrejos. Ahora sólo queda uno y es muy difícil encontrarlo; lo mejor es ponerse a tomar el sol y olvidarse de él. Había poca gente pero en el chiringuito sonaba una canción. Hacía eco porque el verano aún está vacío. Sólo hay un par de planes en dos sobres blancos.
Los días se suman, no hace falta contar en años para que pase el tiempo. No recordaba que la cama era nueva; no recordaba que mi guitarra ahora cuelga de la pared; no recordaba que los tamburetes estaban pintados de amarillo. Ese tipo de cosas. Mirar los patines de playa azules y que todo esté en orden es más de lo que podría imaginar.

Para rematar, no es fácil encontrarse a Elvis un domingo por la noche en un bar. O sí, pero da igual, no estaba preparado. Son insuperables ese tipo de cosas que suceden por casualidad. Nos bebimos cuatro cervezas rodeadas de gente que hablaban en un inglés muy malo. No entendíamos ni a Elvis. Era un imitador elegante, ni un movimiento de hombro de más. Él mismo iba graduando el volumen del micro y se iba poniendo sus mini-disc de karaokes. Nos dedicó alguno de sus golpes de cadera: al Elvis de mentira le gustábamos. La de I got lucky when I found you, oh yeah! se la dedicó a su chica... Esta for my girlfriend. Vino a decir eso. La chica estaba al final de la barra con un vestido verde.

Ojalá yo pudiera ser un imitador de Elvis y un día hacer feliz a dos como nosotras.

martes, junio 06, 2006

presentación en Madrid

¿Por qué todo lo bueno pasa seguido?

He tramitado mi voto por correo. El domingo de las votaciones estaré volviendo de Madrid y no sé si llegaré a tiempo. Ya que por fin me dan la oportunidad de decir algo sobre el Estatut quiero ejercer mi derecho. ¿Y por qué voy a Madrid? Porque el 16 de Junio se presenta el libro en la Fnac. A mí me parece alucinante, no sé si es que soy muy impresionable. Además, lo mejor de todo es que quería repetir aquel fin de semana con Sofía pero sin hacerlo a posta, sin prepararlo, y mira por dónde tenemos la excusa perfecta. Tengo suerte, mucha suerte. Como diría Elvis: Fuí tan afortunado cuando te conocí... uoh uoh uoh *cliclic
{¿De otro planeta? se presentará en la FNAC de Madrid el día 16 de junio, viernes, a las 7 de la tarde. En la presentación estará presente Lucía Etxebarría, que nos hace de madrina. Además, se trata de un acto conjunto, en el que también se presentará el último libro de Maureen Dowd, ¿Son necesarios los hombres?. Maureen Dowd es una columnista famosísima del New York Times y fue premio Pulitzer en 1999, así que os podéis hacer una idea de lo increíble que es que hagamos esta presentación conjunta.
Viernes 16 de junio de 20067 de la tarde. Fnac Callao C/ Preciados, 28 (MADRID)}
* ese gesto que hace Elvis como si disparara una pistola