Repara todos los daños
En la ducha, me he dado cuenta de que en la etiqueta del champú dice “Repara todos los daños. Fortifica.” He empezado a lavarme el pelo a conciencia imaginando que realmente lo repararía todo: el alma, los pensamientos, los miedos. ¿Volveré a sentirme fuerte como un árbol frondoso que crece y crece? o ¿fuerte como una plantita que, tras quitarle las hojas secas, vuelve a reverdecer? Me gustan las dos versiones. Esta noche duermo en mi cama de adolescente. Mis dudas no se parecen a las de entonces. Mi padre sigue poniendo el volumen del televisor alto. Mi madre escucha la radio. Bona nit. ¿Y si mañana empieza la nueva etapa?