Háblame de los vientos
Reconozco que me encanta "El paciente inglés". Sí, una película romanticona a morir, no es tan grave. Me mata cuando el Conde Almasy le habla de los vientos a Katherine. Es justo la secuencia que he escogido en YouTube, la de la tormenta de arena. La vi por primera vez en un autocar que iba a París. Estaba cansada y me dormí sin ver el final. Lo siguiente que recuerdo es que era de día y que la carretera estaba rodeada de campos de girasoles. Como el Conde Laszlo Almasy en el desierto te llevé en brazos hasta la habitación de hotel la semana pasada. Te sumergí el pie pero la herida no desaparecía. Llamé por teléfono a recepción para preguntar si tenían agua oxigenada. El líquido te hervía en los dedos. Me di cuenta de que debajo de la piel hay carne. La carne duele. Bajamos hasta la playa, tú apoyada en mi hombro, para ver si el mar más bello de Formentera, el que tienes en los ojos, te curaba. La sal penetró y ya no había marcha atrás. No pude evitarte las lágrimas, va