lunes, abril 30, 2007
jueves, abril 26, 2007
miércoles, abril 25, 2007
sábado, abril 21, 2007
Poema para cuando salga a correr
y vuelve empapado
Cuando llueve tengo ganas de correr
Cuando hace sol también
Pero no salgo a correr
martes, abril 17, 2007
tiempo incierto
Cambié de fisioterapeuta hace un tiempo incierto. Estaba harta de aguantar a Takahama: sus malas caras, sus desplantes, su voz.
miércoles, abril 11, 2007
Cinco apuntes sobre Lisboa de lectura no obligatoria
He traído en la maleta tres cd's de los Doors, a pesar de no ser típicos de Lisboa, a mí me traen mucha saudade. Cuando vi las portadas de Morrison Hotel y de Strange Days en cd, tan brillantes, con la caja de plástico de bordes redondeados, tan estéticos y tan irresistibles como los pasteis, pensé que sería un buen souvenir aunque pudiera comprármelos en Barcelona. Todo el mundo sabe que no es necesario ir a México para a comprar un sombrero mexicano.
Apunte nº 3
Elevador de Bica
El sol ha brillado cada día. En ese extremo de la península no llovió, excepto la última tarde, que el cielo ya estaba triste. Nos subimos al tranvía cada día 28 veces. Perdón, he querido decir que nos subimos al tranvía 28, cada día un par de veces. La última tarde cedimos nuestro asiento a dos viejecitas portuguesas mientras llovía a cántaros sobre la Alfama. Tengo un montón de fotos llenas de tejados.
Apunte nº 4
Sofía se llena el bolso de mapas
y los tigres aprenden a soñar
con sus ojos verdes verde.
Un mapa que daban en el aeropuerto,
otro en recepción,
otro en la caseta de información,
otro de internet,
el plano de la guía...
y todos juntos
dando como resultado una ciudad
con las calles repetidas cinco veces.
Y la posibilidad de cinco veces perderse.
Apunte nº 5
Estando aún en Lisboa, se nos ocurrió la historia de un pastelero lisboeta que se muda a Barcelona para olvidar un amor y probar suerte con una nueva vida.
su ciudad;
a su gente;
a su ex;
el olor a sardinas;
yo que sé;
el revoltillo de bacalao de su madre;
o vinho verde;
la ropa tendida en los balcones.
Aunque no eran todas esas cosas exactamente, ni tampoco eran exactamente todas esas cosas, más bien era algo sobre el espacio, el horizonte, las calles, las vistas...¡las paredes!
Lo que le sucedía a nuestro pastelero era nostalgia del paso del tiempo, de paredes derrotadas, mosaicos en mil pedazos, grietas y huecos. Imperfección. Joao anhelaba la imperfección. Por ese motivo y dominado por un impulso extravagante de nuevo rico, una noche salió a la calle, se situó frente al edificio de la pastelería y empezó a picar y repicar la fachada, consiguiendo un par de descubiertos la mar de curiosos justo al lado de la puerta de entrada.
martes, abril 03, 2007
haciendo la maleta
Un arsenal de lentillas.
Eso dice mi madre.
lunes, abril 02, 2007
biblioteca pública
Antes pasaba mucho tiempo allí. Cuando digo antes, hablo de antes. Una vez robé un libro sobre Jim Morrison, cuando no estaba informatizado todo el tema de los préstamos y los libros no llevaban antirobo. Después de aquello, cada vez que entraba sentía que la bibliotecaria lo sabía todo. Cuando pusieron las bandas antirobo, algunas veces sonaban por error cuando yo pasaba. Pensé que un día mi voluntad acabaría precipitándose, me delataría y lo contaría todo con el libro entre las manos. Pero no fue así.