Cuando ya había escrito este post, me he dado cuenta de que podía cantarlo, así que he hecho una canción express, en cinco minutos, improvisando. La he grabado con el iPhone del tirón, porque además me ha pillado fuera de casa...
Para escuchar la canción pincha aquí.
Si alguna vez regalo un anillo que me comprometa, me gustaría que fuera de plata. Colgarán de él las raíces que lo unían a la Naturaleza, estará recién nacido. Yo misma lo habré arrancado con mis manos. Y si me hiero y me hago sangre, porque los anillos están muy metidos adentro, en la tierra, mejor, muchísimo mejor, así será como los pactos que hacíamos de pequeñas, los que los padres solían prohibirnos…
Llevará una piedra preciosa que cambiará de color constantemente, por eso nadie podrá describirla. Estará medio viva, tendrá alma. Brillará de forma especial durante las primeras horas de la mañana. Si estás despierta podrás comprobarlo. Me gustaría que se llamara como el ámbar, o sea, que se llamara ámbar.
En el interior del anillo haré grabar la siguiente frase: Conmigo no te vas a aburrir.