miércoles, septiembre 26, 2018

lunes, septiembre 24, 2018

Notas que me encuentro en mi móvil






Algunas notas antiguas que me encuentro en mi móvil, como islas solitarias:


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somier y colchón
 a las 10

...

complicidad con el niño

chico comiendo mc donalds suelo metro

chica tatuaje brazos i-j

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después del puente a la derecha

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No tengo ganas de dormir en mi cama

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el teu jersei d'hivern
lluna plena
paral.lel

...

búsquedas internet metro

pistola narco de diamantes

esto te hará llorar - señora con anorak

y luego elimina las fotos de su nieto

gente maravillosa que se duerme en el metro


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Johan Huizinga. Homo Ludens. Antropólogo, sobre los orígenes de los juegos.

La normativizaCIÓN DEL CUERPO

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La compañera con la que se muda Patti se va avivir con su novio a la Avenida A (East Village) Que en ese momento era una zona muy peligrosa (pag.75) Entonces Patti se va a Clinton Avenue (Brooklyn).

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diputación, 113

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no sé si era amor o infancia

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A treasure is something that everyone wants to reach, however the content it isn't the expected. Maybe it's just a clue.

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cuando los ciervos se escapan
de los cazadores furtivos del bosque

jueves, septiembre 20, 2018

Retorno a la isla






El color del mar sigue siendo tan asombroso como recordaba, y los caminos de tierra del interior de la isla tan silenciosos como guardaba en mi memoria. Seis años sin volver.

Hace dos días, en el Ferry, me pasé el trayecto de media hora cambiando de lugar, impaciente por sentir, desde todos los puntos del barco posibles, mi regreso.

Me alojo en el hotel que me inspiró el blog Hotel Melancoisla. Está al lado de una pequeña playa y se llega por un camino de tierra que cruza el bosque. Era mi sueño volver sola y dormir en ese lugar por primera vez. Me sirvió de inspiración pero nunca había estado como “huésped”... Me siento muy a gusto en mi habitación. Tiene vistas al mar, un ventilador en la pared y un espejo en el que me miro y me reconozco.

La melancolía no me ha atrapado, solo recuerdos que van y vienen, sin dolor, de aquellos días que ya he dejado de extrañar. El tiempo pasa.

He vuelto con la intención de recuperar este lugar, para darle una vida extra. Me daba miedo, para qué negarlo, aparentar fortaleza nunca ha sido mi fuerte. Pero ya no hay fantasmas de vidas pasadas. Tal vez encuentre alguno, cuando menos me lo espere.

He querido volver sola, sin la muleta de una nueva compañía o similar. Quería vivirlo en primera y única persona. Me apetecía, lo había soñado, lo había deseado: estar aquí y disfrutarlo todo otra vez. Está siendo un reencuentro silencioso, lleno de sensaciones y momentos de reflexión. Este sigue siendo mi lugar especial y me siento conectada a estas coordenadas. Ya he estado en todas las playas que recordaba.

La primera noche cené en Sant Francesc y bebí gratis en la inauguración de una expo de un ilustrador local. Estuve hablando un rato con él y le pregunté por los inviernos largos en la isla. Ayer tarde, en Sant Ferran, me paseé por la Fonda Pepe, lugar mítico de los años 70’s, cuando dicen que la beat generation descubrió Formentera. El lugar sigue atrayendo a lo más sub, pero ya no destilan intelectualidad... La decadencia también es una de sus caras.

Ahora estoy en la playa de Llevant, sola. No hay nadie. Es uno de los milagros que solo he encontrado aquí. Estoy desnuda y acabo de darme el primer baño del día. Aprovecho para escribir en las notas de mi móvil. No tengo cobertura.

Oigo el mar desde mi cama. Es un susurro lejano y salvaje.



He soñado que X estaba herida, pero rechazaba mi ayuda. Era una epidemia zombie. No sabía si la habían mordido y se iba a convertir. Una fábrica abandonada. Empiezo a recordar. A mí me daba todo mucho miedo pero sacaba fuerzas. Mi mente es machacona, la que sueña, todavía más.


jueves, septiembre 13, 2018

¡Que no!





Estoy agotada de trabajar y de ensayar, y deseando que llegue el lunes para irme de vacaciones, lo que sí me temo es que no voy a querer volver. Tengo muchas ganas de estar sola. De no tener que ser nada para nadie.

Tengo ganas de perder de vista Barcelona, perder de vista todo lo que supone Barcelona, descansar y dejar la batalla. 

¡Me rindo! Y qué bien sienta rendirse de vez en cuando. Tirar la toalla, abandonar. Bajarse del carro. No participar. Dar un paso al lado. Asumir que no y mandar a la mierda el sí.

Mañana pensaré distinto, pero me gusta poder gritarlo aunque sea una noche.

lunes, septiembre 10, 2018

Cloro hipnótico



Cuatro horas de ensayo lo han cambiado todo. Hemos sudado muchísimo pero ha valido la pena. Hemos vuelto a conectar y a vibrar mientras tocábamos. La música me da placer. Me renueva, me desintoxica. Ya nos salen decentes los dos temas nuevos y vamos a añadirlos. Emocionante, sobre todo porque con los nervios no sé si me acordaré... Me meto en estos fregaos por gusto.

La fiesta de G me subió el ánimo, es uno de mis eventos anuales preferidos. Sirve de punto de partida, algo así como un año nuevo. Por suerte, ahora se me pasan los dramas enseguida, no se alargan. Se van desvaneciendo.

Para despejar un poco la cabeza y lidiar con la resaca, he pasado bastante rato bajo el agua.  "El gusto del cloro", de Bastien Vives. Recuerdo ese cómic mientras nado. Tengo una serie de pensamientos fijos que actúan como marcadores de página. Como cuando subo por el puente de Bogatell y recuerdo la temporada en la que se cruzaban dos trenes, era algo que sucedía sí o sí, de forma matemática. Aunque he descubierto que no es verdad, que no siempre ocurre. Lástima. Era poético, misterioso.

Ayer pusimos este tema de DIIV. A mí me parece que habla de infiernos personales. Bueno, cada persona puede darle su propia interpretación. Es hipnótico.




jueves, septiembre 06, 2018

Ya soy autosuficiente







Me ha despertado la tormenta.
Los rayos iluminaban la habitación.
Me he levantado y he mirado afuera.
El suelo de la terraza estaba lleno de agua.
Sólo había una lámpara encendida en los edificios de enfrente.

He estado una hora mirando tonterías.
Hace ya tiempo que entro a las 8 a trabajar.
He dormido poco.
¿Habrá algún fantasma en casa?

En el carril bici de Ciutadella
hay dos containers de basura.
¿Qué hacen ahí?
La Avenida Lluís Companys está llena de ramas de palmera
o de lo que sea.
Los Mossos de la puerta del Tribunal de Justicia Superior
están enviando mensajes por whatssap.
En la ronda Sant Pere hay un árbol caído.

Hoy estoy asqueada de todo.






sábado, septiembre 01, 2018

Una entrada en la que el número 2 sale muchas veces



Está nublado y la luz es blanca. El jueves fui a un concierto brutal de Holy Wave, uno de esos grupos que solo giran por Estados Unidos, pero por fin han venido a Barcelona, y a una sala pequeña, la Upload, con una estética muy Lynch tanto por la luz como por las baldosas del suelo negras y blancas, y con poco público pero entregado. El lugar perfecto, la noche ideal.

Creo que ligué con un chico que me preguntó cómo me llamaba, me pareció una pregunta bonita y sencilla para iniciar una conversación sobre música y sobre algunos detalles de nuestra vidas (estudias, trabajas, donde vives, vienes mucho por aquí, los clásicos). A la mañana siguiente tenía un mensaje en Instagram preguntándome si iba a volver a algún otro concierto. No le he contestado pero creo que hoy le escribiré algo amable; tengo problemas con la pantalla táctil de mi móvil y me impide poder contestar mensajes con soltura. El dj de la sala pinchaba con vinilos pequeños música de los 60's y 70's. Pensé que probablemente a X le podría haber gustado. Todavía pienso en X en momentos así. Ayer noche pasé por un bar en el que estuvimos una vez tomando algo, una de las primeras veces, y también me acordé de ella. Dentro de muy poco hará dos años del último día que estuvimos durmiendo en mi casa. Yo sigo manteniendo en mi cabeza mi calendario de aniversarios de momentos. 

Hace dos días reapareció de forma sutil, y nada significativa, mi crush del día que debutó mi grupo en directo. Volví a pensar que me gustaba muchísimo y que eso sí era un flechazo en toda regla. También pasé un rato con mi crush de la calle, y aunque ya hace meses que hablamos y que nos conocemos (una fiesta, un par o tres de conciertos, una comida, ratos sueltos) me temo que no debe sentir lo mismo que yo, a menos que sea una persona muy lenta. Pero lo dudo. De todos modos, ambas atracciones ratifican que no me van los sucedáneos y que si no se trata de un tipo de química así, prefiero dormir sola, en medio de mi cama, tan a gusto.

Ha empezado a llover.

Mi estabilidad emocional sigue en perfecto estado y soy muy feliz por ello. Tal vez debería dejar de auto-chequearme, pero es inevitable. Supongo que es como si me hubiese roto una pierna y volviera a tener el hueso soldado, y todo el tiempo comprobase que ya no me duele.

Fue el cumpleaños de la perri y lo celebré llevándola en bici mucho rato, hasta Montjuïc, porque le encanta ponerse de cara al viento en la mochila. Ya pesa dos kilos, tantos como años tiene. 

Mi grupo tiene dos conciertos en septiembre.  Tocamos, me voy de vacaciones, vuelvo, y tocamos de nuevo. Ese es mi plan para el mes.