lunes, marzo 30, 2020

Somos así


Hoy, un amigo que sigue cogiendo el metro cada día para ir a trabajar a una obra, me contaba que estaba haciendo una paella en el terrado, con los vecinos... ¿Tanto cuesta entender que no estamos de vacaciones? Que tenemos que quedarnos en casa todo lo que podamos, y no vernos ni con amigos ni con vecinos, con nadie. Pues parece que cuesta. He tratado de explicárselo. Se lo ha tomado a broma.

En serio, ¿somos así? Se ve que sí.

Estoy pasando el confinamiento con mi perra. Acaba de acurrucarse a mi lado. La miro, le digo que la quiero y que es la perrita más lista del mundo. Me suelta un lametón y mueve la cola.

Estoy tranquila, dentro de lo que cabe, el contexto me ayuda a hacer un paréntesis, sobrellevar una ruptura y estar a solas. Todo junto. Sin embargo, me preocupa no saber cómo acabará ni cuándo toda esta situación, ni cómo nos cambiará.

No teletrabajo porque me quedé en el paro en febrero. Me echaron por motivos económicos, dijeron. Votan a Puigdemont y van a las manifestaciones por la libertad, pero que nadie mencione el convenio y pida que se cumpla, que es lo que hice yo diez días antes de que me dieran la carta de despido. Hipócritas.

Estos días estoy pensando en el pasado. En ese en el que yo escribía mucho. Y salía a la terraza a fumar, y me fascinaba cuando el viento agitaba las cortinas. Todos aquellos días, semanas, meses y años que guardo entre las costillas, para que permanezcan a salvo.

¿El presente? Está parado, el confinamiento me ha dado una pausa, una especie de tiempo extra para decidir lo que quiero cambiar y cómo, o bien seguir como hasta ahora y ver adonde me lleva. Tal vez, lo mejor sea pasar esto cómo podamos. Hoy mi madre me ha dado la triste noticia de tres muertes por coronavirus en la familia. Mama, no salgáis de casa. Que no hija, que no salimos.

miércoles, marzo 04, 2020

Mutante

Apago las luces de fuera y oigo el piano de cada noche en la antigua fábrica.

Al final, lo que cada etapa trae es un puñado de verdad. Lo que me tiene intrigada es cómo eso mismo que antes era verdad acaba desenmascarándose de nuevo. ¿Será que la verdad es mutante? La verdad mutante, horror sci-fi.

Me siento mejor pensando que todo puede ser verdad, y me siento peor cuando recuerdo que es mutante.

martes, marzo 03, 2020

Han pasado 10 meses

Esta mañana, el sorbo de café me ha recordado al aeropuerto y me ha transportado a otro momento de mi vida. A veces, me desencajan estas idas y venidas repentinas del presente al pasado. No lo hago a propósito, sucede que estoy aquí y que de repente no estoy. Me sorprendre muchísimo cuando me pasa, porque no es recordar, es algo así como revivir un momento concreto, como un fogonazo del pasado. El pasado con un lanzallamas, apuntándome.

Vuelvo a tener problemas de insomnio, vuelve la incertidumbre, vuelve la tristeza bajo el sol, vuelve la decepción generalizada, el estado en el que no sabes muy bien cuando vas a caer o si ya te has levantado. De momento, lo tengo todo controlado. Si nada importa, ¿por qué me esfuerzo tanto?”, digo en una de las canciones que estoy desenmarañando estos días.

Al releer este diario, me he dado cuenta de que ya no siento la motivación que describía en mayo. Supongo que de ahí el insomnio. Pero ¿cómo? ¿cuándo? ¿por qué? Ojalá pudiera volver a esa noche del gutter, por fijar una fecha, y sentir de nuevo ese vendaval de alegría. Bueno, de acuerdo, sí, ahora también tengo momentos buenos (los hay) pero... estoy apagada. ¿Han pasado 10 meses, 10 años o 10 losas?