Fénix

Las tardes alargan y las esquinas son una llamarada que de pronto me sorprende. Es una felicidad instantánea y verdadera. Hoy he tramitado mi título de máster universitario. Hostia, me siento orgullosa, era uno de mis objetivos hace año y medio. También he visitado a mis ex-compañeras de trabajo. Apenas han pasado tres meses, no llega, pero parece una eternidad. Cuando he encendido mi ordenador y me he sentado en mi antigua mesa no he tenido ningún recuerdo. Por fin parece que la vida se abre de nuevo como en aquel terrado en el que pasaba mis noches de adolescente. Ha llegado a mis manos una bicicleta antigua, que no se usaba, una Orbea Laida, un modelo de finales de los 70's, de color verde. La estoy limpiando de óxido. Todas las piezas son originales y de pintura está intacta. Me emocioné y pensé en vender mi Motobecane y quedarme la Orbea, las marchas funcionan mejor, pero lo cierto es que me he echado atrás porque mi bici ya es mi bici y cuando comprendes el &quo