Sigo con insomnio veraniego. Lo hago a propósito, sé que al día siguiente no tengo ninguna obligación y que puedo disfrutar tranquila. Las horas de la madrugada son como una piscina sin nadie, como esos mediodías de invierno en los que suelo bajar hasta la playa, después de trabajar, con vaqueros y abrigo. Por cierto, qué bien quedan las chaquetas de piel con pantalones cortos, lastima del frío en las piernas. Si me dan cuerda a las doce de la noche, a las dos soy un potro recién nacido que mira con sorpresa el paisaje de horas largas y llenas de posibilidades hasta que salga el sol.
En dos días nos vamos de la península, es una sensación extraña porque en las calles todo está en marcha. Las tiendas ya no están de vacaciones, algunos amigos ya han vuelto al trabajo. Es irreal, es como si fuera a pasar de madrugada, una noche con sol y aguas cristalinas, autobuses que nos llevan de un extremo al otro, un mar que es como un amor luminoso y verdadero. STOP (peligro cursi).
Una pista, y ya es más que una pista: frutos secos y biodramina. Chicles. Rodajas de limón. Saliva.
En dos días nos vamos de la península, es una sensación extraña porque en las calles todo está en marcha. Las tiendas ya no están de vacaciones, algunos amigos ya han vuelto al trabajo. Es irreal, es como si fuera a pasar de madrugada, una noche con sol y aguas cristalinas, autobuses que nos llevan de un extremo al otro, un mar que es como un amor luminoso y verdadero. STOP (peligro cursi).
Una pista, y ya es más que una pista: frutos secos y biodramina. Chicles. Rodajas de limón. Saliva.
¿¿Cuba??
ResponderEliminarEn Madrid, aparte de que llueve, la ciudad sí está de agosto y vacaciones. Al menos los bares. Al menos los de mi barrio.
Ahí, saturando las costas españolas y los camping gases.
Saludos.
Yo tampoco puedo dormir , prefiero escribir y hacer de todo,o de nada.
ResponderEliminarLos dias de verano me parecen rutinarios
Me siento igual que tu ;)
Esto tiene toda la pinta de que volvéis a la Península en Ferry, son los clásicos: mascar chicle, biodramina (con cafeína por supuesto para no dormirse por las esquinas) y frutos secos para que el estómago no dé vueltas como una noria.
ResponderEliminarPor cierto voy a seguir con los recuerdos de verano...me inspiró tu post y mañana voy al sitio donde he veraneado toda mi vida.
Te dejo mi dirección por si te apetece echar un vistazo.
http://diarodeabordo-mar.blogspot.com
Lo irreal es casi tan bello como lo real...
ResponderEliminarayer regresó mi compañera de aventuras y anoche dormí como hacía dos semanas que no lo hacía...
ResponderEliminaryo también voto porque viajarán en Ferry pero a dónde no sé... alguna isla quizás? u otro continente?
cualquiera sea la respuesta, bon voyage!!
si la verdad es que el verano ha pasado tan rápido, quinto año sin irme de vacaciones.
ResponderEliminarfantasticas letras las tuyas!!!
saludos
Me parece que el insomnio es deporte nacional en verano, porque yo tampoco puedo dormir.
ResponderEliminarDisfruta de tus vacaciones, que el resto nos quedamos cuidando la península.
yo si duermo.....siestas largas y noches cortas.
ResponderEliminarBuen viaje.
Saludos
lo irreal es a veces maravilloso.
ResponderEliminaryo también tengo insomnio veraniego, es llegar agosto y convertirme en búho. pero es que la noche tiene algo que el día no, y es el silencio, la conexión entre tú y tu parte irreal.
abrazos
(ex-noviembre)