jueves, septiembre 09, 2004

explicaciones

...dibujo de Picasso...


Te encontré en un puesto de libros y cd's descatalogados. A finales de octubre, justo unos días después de mi cumpleaños.

Estabas mirando un libro de tapas azules. Esa tarde hacía un frío de metal y se me helaban las manos. Llevabas un gorro con orejeras y parecías un aviador antiguo. Sobrevolé la mesa y me puse cerca. No se te cayó ningún guante, ni te presté dinero, ni me regalaste el libro con tu teléfono en un papel. Tampoco me preguntaste donde estaba la parada del autobús. Ni tan siquiera me preguntaste como me llamaba. Sólo me dijiste: ¿Vente, no? Y yo dije medio obediente "sí, vale, ya vengo"-

(...)

Entramos en el café de Ángela y nos sentamos en las mesas de la ventana, justo debajo de la foto del padre de Ángela en los Alpes. Para acompañar el te nos trajeron un bizcocho con crema de canela que estaba buenísimo. Te pusiste hablar del libro. Que si el personaje de Mario significaba tal cosa y tal otra. Y tenías todos los números para que te convirtieras en una pretenciosa y aburrida desconocida, pe pe pero lo explicabas con tanta na na naturalidad y yo ese día me sentía tt tt tan tan cansada y tartamuda para todo, que te dejaba hablar y te decía "ajá"...de vez en cuando. Yo en estas pensaba que la la la canela e e era afrodisíaca.

(...)

Meses más tarde, descubrimos que jamás sería cómodo dormir juntas porque llenábamos la cama de ilusiones demasiado grandes.
Cuando soñabas con circos y ¡elefantes!, yo procuraba soñar con cosas pequeñitas: circos de pulgas, ciudades en miniatura. Porque sino no cabíamos. Después te veía en el trapecio a punto de caerte y me sobresaltaba. Y otra vez en vela toda la noche...
Tú intentabas abrazarme entre los leones y el inoportuno domador que siempre ejercía de mirón. Y a pesar de ser así, tan multitudinario y poco tuyo y mío, me abrazabas como un gran paréntesis en el que me quedaba dormida. Y yo me sentía (entre tu paréntesis) como una posible explicación a todo esto.

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Para más explicaciones:

El Circo de Pulgas de Mauricio de Sousa

El domador Dominique Kerignard

El meu país és tan freak

El primer viaje de Picasso a París

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