Un buen día, miro a su alrededor. Un buen día, miró a su alrededor y la casa estaba vacía.
Eva se iba a cuentagotas.
Primero fue un disco, ¿te darías cuenta si un día falta un disco?
Otro día debió de ser un libro o muchos libros. Todos de golpe. Después fue el cuadro de arena, la estepa africana, de eso sí se dió cuenta.
- ¿Y la estepa africana Eva?
- ...
Un día una cosa. Otro día otra cosa.
Llegó un viernes y apenas quedaban dos sillas. Vinieron Roberto y Claudia, ellos se sentaron en el suelo.
Cenaron.
Roberto había pasado seis meses en Alaska. Trabajando. Contó muchas historias, tantas historias que ... quién iba a pensar en las sillas, en los libros, en los discos, en la estepa africana y en todo lo demás. Los seis meses en Alaska de Roberto era lo principal.
Llegó una noche y no había cama. Se acurrucaron en un saco de dormir. En el final de Eva, la A no se recupera, se va, es un estallido que deja sin aire.
Un día una cosa. Otro día otra cosa. El camino de vuelta.
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