No es amor del normal, el aire entra por la ventanilla del coche y se lleva las canciones que salen del cassette. Es una buena época para formar corrientes de aire musical, voy a cantar muy fuerte para no perderlas.
Sofía lo observa todo desde el asiento de al lado. Yo le señalo con la mano, sin dejar de mirar al frente, las carreteras que cruzan o que van paralelas a la nuestra. Le cuento a donde llevan, me gusta hacerlo, tengo la sensación de estar explicándole algo muy importante, ella siempre está muy atenta y me escucha más que nadie. Es verdad.
Me ha regalado un viaje. Tengo muchísima suerte. Otro día explico lo del pingüino.
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