lunes, noviembre 07, 2016

Radiadores




El viernes fui a un concierto de Mujeres y estuve bailando pogo en versión muy friendly. Lo pasé muy bien, aunque sea una frase que no describa realmente lo bien que lo pasé. En el lavabo del bar me miré en el espejo y sentí un cambio. Se despertó algo en mí. Los espejos de los lavabos siempre me han revelado un montón de información. Me parece fascinante que sean espejos en los que se miran tantos extraños. De repente, ese espacio entre tú y tu reflejo se convierte en un territorio íntimo conquistado en un lugar de paso, en el que encuentras las respuestas a las preguntas que te haces en el espejo de tu casa. Es una sensación particular...

Esta mañana hacía mucho frío, pero me encantaba, porque sentía el calor de la ropa y el abrigo, la calefacción a tope en mi corazón y la certeza de la rutina.