sábado, diciembre 10, 2016

La veterinaria de la perri




Qué guapa es la veterinaria de la perri. ¿No he hablado de la veterinaria? Qué fallo. 
Tan cariñosa y atenta. Tan delicada, con su uniforme azul, sus manos desinfectadas, sus ojos claros, sus labios dulces como una mandarina en invierno. La perri, hoy movía la cola mientras le metía el termómetro por el culo. Y ella se reía, "¡qué contenta se pone!", decía. Y yo pensaba, ¡sí, yo también lo estaría! 

Y juega con ella sobre la mesa fría y metálica, también y tan bien desinfectada. "Le vamos a dar jarabe... verás que uno es color claro y el otro rojo... te voy a dar dos jeringuillas... 0. 8 miligramos... hasta aquí, ¿ves?"

Sí. 

–¿Y también operas?
–Sí, claro que opero. 
–Oooh.

Un mundo de fantasía y unicornios a su alrededor.






5 comentarios:

  1. jaja! Me has recordado a mi con mi oftalmóloga (pero ella no me mete nada por ningún orificio...)

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    1. Anónimo11:52 p. m.

      Es como te meta un dedo en un ojo te la lía....

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  2. Bienvenida al mundo de las perversiones veterinarias.

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    1. Una hora después estábamos en el quirófano con los tendones de Lucho sujetos por hilo de sutura: dios castiga sin palo ni piedra...
      :/

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