sábado, septiembre 01, 2018

Una entrada en la que el número 2 sale muchas veces



Está nublado y la luz es blanca. El jueves fui a un concierto brutal de Holy Wave, uno de esos grupos que solo giran por Estados Unidos, pero por fin han venido a Barcelona, y a una sala pequeña, la Upload, con una estética muy Lynch tanto por la luz como por las baldosas del suelo negras y blancas, y con poco público pero entregado. El lugar perfecto, la noche ideal.

Creo que ligué con un chico que me preguntó cómo me llamaba, me pareció una pregunta bonita y sencilla para iniciar una conversación sobre música y sobre algunos detalles de nuestra vidas (estudias, trabajas, donde vives, vienes mucho por aquí, los clásicos). A la mañana siguiente tenía un mensaje en Instagram preguntándome si iba a volver a algún otro concierto. No le he contestado pero creo que hoy le escribiré algo amable; tengo problemas con la pantalla táctil de mi móvil y me impide poder contestar mensajes con soltura. El dj de la sala pinchaba con vinilos pequeños música de los 60's y 70's. Pensé que probablemente a X le podría haber gustado. Todavía pienso en X en momentos así. Ayer noche pasé por un bar en el que estuvimos una vez tomando algo, una de las primeras veces, y también me acordé de ella. Dentro de muy poco hará dos años del último día que estuvimos durmiendo en mi casa. Yo sigo manteniendo en mi cabeza mi calendario de aniversarios de momentos. 

Hace dos días reapareció de forma sutil, y nada significativa, mi crush del día que debutó mi grupo en directo. Volví a pensar que me gustaba muchísimo y que eso sí era un flechazo en toda regla. También pasé un rato con mi crush de la calle, y aunque ya hace meses que hablamos y que nos conocemos (una fiesta, un par o tres de conciertos, una comida, ratos sueltos) me temo que no debe sentir lo mismo que yo, a menos que sea una persona muy lenta. Pero lo dudo. De todos modos, ambas atracciones ratifican que no me van los sucedáneos y que si no se trata de un tipo de química así, prefiero dormir sola, en medio de mi cama, tan a gusto.

Ha empezado a llover.

Mi estabilidad emocional sigue en perfecto estado y soy muy feliz por ello. Tal vez debería dejar de auto-chequearme, pero es inevitable. Supongo que es como si me hubiese roto una pierna y volviera a tener el hueso soldado, y todo el tiempo comprobase que ya no me duele.

Fue el cumpleaños de la perri y lo celebré llevándola en bici mucho rato, hasta Montjuïc, porque le encanta ponerse de cara al viento en la mochila. Ya pesa dos kilos, tantos como años tiene. 

Mi grupo tiene dos conciertos en septiembre.  Tocamos, me voy de vacaciones, vuelvo, y tocamos de nuevo. Ese es mi plan para el mes.

9 comentarios:

  1. Buenos planes.
    Me ha gustado eso del hueso. Llega un momento en que dejamos de comprobar.

    Llega un momento en la vida en la que se valora más dormir en medio de la cama sola que en un estar por estar. Signo de estabilidad emocional, quizá.

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    1. Sips, Nosu. Dejar de "consumir" parejas y rollos es signo estabilidad emocional y de libertad.

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  2. Me encanta la sala Upload y la programación que tienen, aunque me da pereza ir hasta allí. De aquí a poco tocan en esa sala Shannon & The Clams, y me gustaría ir a verles. Ya informarás de tus bolos, aunque me temo que serán en finde, no...?

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    1. Si! mola mucho esa sala. Y la programación, también! Shannon and the clams tocan en el Gambeat! el cartel mola mucho! Me gustaría tocar allí, lo único malo es lo que dices, que está un poco a tomar por. Yo suelo subir en coche. Sips, mis bolos son en finde :/ De hecho, coinciden con shanon and the clams y beach house consecutivamente. Pero me gustaría ir al Gambeat el jueves o el viernes... bueno, ya lo vemos.

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  3. La estabilidad emocional sólo existe cuando no existen emociones. No hay nada que estabilice más que la ausencia de amor.

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    1. Hola Melita! El amor puede ser compatible con la estabilidad emocional siempre y cuando se viva de forma saludable. Durante el enamoramiento... es químicamente imposible...

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  4. Creo que ya lo he dicho alguna vez por aquí, pero las vidas, a veces, funcionan mejor cuando se simplifican, cuando no se aspira a grandes cosas que te muevan sino a pequeños pasitos que se dan con el día a día...

    Con el tiempo las montañas rusas dejan de ser divertidas...

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    1. Es cierto, estoy de acuerdo contigo! Pero no hablo de montañas rusas versus montañas sin baches... hablo de que no quiero estar en una montaña porque sí.

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