Esta semana me han mandado mensajes varias personas a las que hace tiempo que no veo, ha sido muy curioso, como si se hubieran puesto de acuerdo, pero es imposible porque no se conocen. Y tengo muchas ganas de verlas, así que estoy tratando de cuadrar encuentros al aire libre, con distancia de seguridad y en horario Covid.
Por fin tenemos la fecha de inicio de la quimioterapia de mi madre: el martes. Va a ser preventiva, todas las pruebas están saliendo bien, así que el pronóstico es muy bueno. Le han puesto un aparato en el pecho para que pueda llevarse la quimio a casa dentro de una riñonera (literal). Me preocupa mucho ver cómo pierde peso (a causa de la dieta estricta tras la operación y durante el tratamiento) y me preocupa verla desanimada y cabreada. Y me preocupa el coronavirus. ¿Nada más?
Muy pronto va a hacer un año de la ruptura. No veo demasiada luz en el tema del amor y las relaciones. Es como un planeta lejano, a veces aterrador, otras perdido, incomprensible, decepcionante; otras anhelado, deseado, fascinante. Es -más o menos- como hacer música.
Me voy a dormir.
No sé si será el tuyo, pero muchas me veces me da la sensación de encontrarme en medio de una partida ya empezada donde me han obligado a jugar y donde nadie me explica las reglas. A veces gano, muy pocas y otras veces pierdo. El resto de la gente de la mesa me mira y sonríe como si de verdad supiese lo que me estoy haciendo... pero no, cada vez entiendo menos, la verdad.
ResponderEliminarYo me he perdido del todo.... creo jajaja Estoy tirando los dados sin saber muy bien cómo se gana la partida.
EliminarLuz, música y relaciones... Cosas que no se pueden tocar, oler ni agarrar. Pero las palabras escritas siempre sirven para expresar. Me gusta tu blog.
ResponderEliminarGracias, Vita, lo mismo digo del tuyo.
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