miércoles, octubre 06, 2004

Un paraguas para Pablo

Pablo me enseñó a abrir los paraguas.
A no tirarlos al suelo con rabia,
a no doblarles las varillas por venganza.

Pablo me enseñó a caminar por las calles estrechas mientras llovía. A atravesar el paseo con los adoquines mojados y grises. A llegar con la ropa empapada al tren y a mirarme en el reflejo de las gafas del revisor, "Su billete...".

Llovían ranas, espinas sin peces,
estrellas estrelladas, milagros,
te quiero, columpios de las olas, no te quiero,
desengaños.

Empapándome de todo, las tormentas descargaban, los cielos rojos se iban y pasaban los créditos de las películas.

Hasta que Pablo me prestó su paraguas para los primeros días.

Pablo se alegra de mis alegrías y se entristece con mis pesares.

"Las palabras son para mí cuerpos tocables, sirenas visibles
sensualidades incorporadas" Bernardo Soares, Fernando Pessoa & Cª)

(Dedicado a mi amigo Ike Janacek con todo mi cariño concentrado)

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