Por el bolsillo de Miguel,
asoma una larga lista de regalos para Lucía
-le adoro por eso-
pero ella...
casi siempre los tiene todos
y los regalos de Miguel
no son más que una repetición.
Cuidadosamente,
Lucía coloca los regalos iguales en estanterías separadas,
quedando así un espacio simétrico y equilibrado
que la hace sonreir de la misma forma por ambos lados.
Por eso Miguel, se siente bien
y cree que no es en vano.
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