domingo, junio 05, 2005

fa-cul-ta-des

El viernes, como tenía muchas cosas que hacer, aproveché para leer los Nueve Cuentos de J.D. Salinger que compré hace meses. Empecé por el que se titula "Para Esmé, con amor y sordidez". Curiosamente, me gustó mucho a pesar de no entender nada. No lo entendí del todo. Y menos el final. Intuyo algo pero no sé ... el flirteo de Esmé con trece años... la conversación del bar, el pelo ondulado, la carta, el reloj que le queda grande. Quizás sea la guerra lo indecente.


El final es lo que más me intriga, porque yo esperaba un desenlace que lo explicara todo, pero nada, fue peor. Es muy parecido a lo que sucede cada día, algunas cosas, en realidad, no aclaran nada de nada.

El final... "Coge a un hombre verdaderamente soñoliento, Esmé, y siempre tendrá una posibilidad de volver a ser un hombre con todas sus fac...con todas sus fa-cul-ta-des intactas."

Y por asociación guerra con guerra y hombres desquiciados, recordé un final de Bukowsky, un poeta que no me cae del todo bien, supongo que gusta más a hombres que a mujeres, pero reconozco que tiene esos versos finales de los que a menudo me acuerdo sin venir al caso (o viniendo mucho): "pero el estar juntos lo resuelve casi todo, / en realidad, lo resuelve todo / porque mientras esas cosas estén resueltas / en la historia de un hombre y una mujer, / es diferente para cada uno / mejor y peor para cada uno... / para mí, es tan espléndido como para recordarlo / después de la marcha de los ejércitos / y de los caballos que pasan por las calles fuera / después de los recuerdos del dolor y el fracaso / y la desdicha:

Linda, tú me has traído esto
cuando te lo lleves
hazlo lenta y suavemente
hazlo como si estuviera muriéndome en sueños
en lugar de en vida,
amén."

Algunas veces, en cartas, e-mails, conversaciones, fuerzo los temas hasta poder decir "Es diferente para cada uno" y ya me quedo tranquila. Es parecido a quitar los zapatos de debajo de la cama o mirar detrás de la puerta, son cosas que me tranquilizan, pero es diferente para cada uno. ¿Ves? Lo he hecho otra vez.

Como sigo con mi preocupación por entender el cuento, he leído este "reportaje" , sobre las dedicatorias con las que se inician los libros de algunos escritores. Al final habla algo sobre Para Esmé, con amor y sordidez, pero tampoco me ha servido de gran ayuda.

He encontrado una biografía de Salinger, algo desfasada porque pone que el cuento en cuestión nunca se ha traducido al castellano (pues va a ser que sí) y dice "Es probable que haya sido el mismo Salinger quien no regresó de la guerra con todas sus fa-cul-ta-des intactas"

Me voy a dormir, no le voy a dar más vueltas, una mujer verdaderamente soñolienta, Esmé, siempre tendrá una posibilidad de volver a ser una mujer con todas sus fac...con todas sus fa-cul-ta-des intactas por la mañana.

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