He dicho, pensado y sentido tantas cosas horribles estas últimas dos semanas. Me he empeñado en no ver salidas, he borrado mis ilusiones y me he querido hacer daño. Estos días pensaba que no merecía nada, me comporté muy mal, intenté destruir y destruirme.
Descubrí una parte de mí que no conocía, una parte mala. De la situación salió lo peor de mí.
Ahora debo recolocar cada cosa en su sitio para no darme más golpes. Aclarar mis ideas y valorar las cosas que tengo, intentar recuperar el equilibrio y dejar de estar cabreada.
Esta mañana una voz que afiné durante meses me dijo "reacciona!" y sonó más clara que nunca. La situación me ahogaba. Siento mucho haberme comportado mal, me sentía herida y triste. Nadie es ni tan bueno ni tan malo.
Tengo que ponerme a estudiar si quiero ser "la profe de música" algún día. Aunque me temo que van a ser los niños los que me enseñen solfeo a mí... De momento tengo que acabar de componer una canción infantil. Me empeñé en hacerla sobre Harry Potter, pero después de las dos primeras estrofas y el estribillo, me bloqueé. Ahora voy a seguir.
Todavía me quedan un montón de chicles.
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