martes, febrero 20, 2007

Esto no es un poema. Tampoco una canción.

Miré por la ventana de tu habitación
y el edificio de al lado ya no estaba.
¿tan larga había sido la noche?

Nadie volverá a sentirse viejo
y solo en ese hotel.

Únicamente queda en pie una pared.
Veo, veo
el papel que vestía
las habitaciones,
cuadrados exactos,
un dibujo plano y fácil,
podría hacerlo yo.
Y algún que otro azulejo.

"Por fin le vemos las tripas al
monstruo" -pienso-

Seguramente,
las toallas olían a desifectante
como en los hospitales y en los gimnasios.
Nada personal.

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