Esta mañana un mensajero me ha traído un paquete. Era un móvil nuevo. El que tenía ha ido perdiendo todas las piezas. Prácticamente vivía en el suelo... hasta que se ha roto del todo. He sincronizado la agenda del Mac con la del teléfono para pasar los contactos que me faltaban. Lo curioso es que me han aparecido números que hace tiempo había borrado, es esa curiosa memoria de las tarjetas Sim, tan resistente y humana. No he descartado ningún número. Tengo un montón de nombres guardados para no responder si llaman. Soy despegada. Hija única. Te acostumbras a jugar sola.
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