jueves, julio 31, 2008

Teletac

Hacía siete años que no iba a esa playa como homenaje a una perra negra que tuvimos y que murió. Sólo se bañaba si yo me metía en el agua. Se pasaba la mañana persiguiendo cangrejos. Estos días el agua está fresca y transparente, y un fantasma canino y bueno planea por encima de las olas y la arena. Hasta siempre perra negra. Guau. Bup.

Está Eva.
Ayer noche la vi freír carne en la cocina de su apartamento. Olía a lomo. Comía algo mientras le daba la vuelta a la carne, un retal de lomo ya hecho... tal vez, o un cacahuete, una oliva... no sé. Yo volvía empapada de bañarme, oscurecía. Eva estaba tan guapa como siempre. Pensé: ojalá estuviera friéndolo para mí o yo estuviera friéndolo para ella. En cualquier caso, lo importante es alimentar y que te alimenten, porque es un gesto de amor. Si alguna vez alguien cocina para ti quiere decir que le importas un poco. Eva me conoció con 3 años, y yo a ella con diez meses. Lo he estado calculando.

He vuelto por la autopista en dirección contraria a todos, disparando barreras con el teletac. He venido a buscarte porque en ningún sitio estoy mejor que contigo. Todos esos idiotas son idiotas y siempre lo serán.

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