lunes, octubre 27, 2008

No hay dos palomitas iguales



No me hubiera importado alargar la tarde para siempre y no ir nunca a Australia. Meter el mundo en una tarde.

Cada vez me gusta más la música de Mishima porque dicen la verdad. Hoy hemos hecho comida de otoño. Y cada vez me gustan más las paredes desconchadas de los edificios sin reformar y las porciones de cielo, aunque sean pequeñas. Cada vez me gusta más el cielo. Me gusta trabajar, pero me encantaría poder dedicarme sólo a estar contigo. Creo que eres mi vocación. Esas cosas se saben desde los doce años.

El sábado fui a buscar unas lentillas de prueba porque las que tengo me han dejado de gustar. Estaba la dependienta guapa pero no me hizo demasiado caso, únicamente abrió un cajón y anotó en cada cada lentilla el ojo al que pertenecía. Ya está. Yo le dije que volvería el sábado que viene, y ella me dijo que las llevara puestas, que me miraría. Como si alguien sólo pudiera mirarte si llevas unas lentillas determinadas puestas.

También entré en el videoclub y alquilé una peli, "Special". Trata de un hombre que toma un medicamento nuevo para tener poderes mágicos y ser especial. En realidad es mentira, es alguien corriente, pero se lo llega a creer tanto que se convierte en superhéroe. Cuántas veces hemos pensado que atravesábamos un muro pero no lo hacíamos. Cuántas veces he dicho "mira lo qué se hacer" y no me ha salido nada. Me refiero a que son cosas que le pueden ocurrir a todo el mundo.


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