Estos días vemos carteles de pisos en venta e imaginamos a través de un balcón o una ventana cómo puede ser nuestra vida en otro lugar. Cuántas habitaciones tiene, a qué horas da el sol, si harán ruido los vecinos. Todo eso a través de un balcón. Luego volvemos a casa y todo me parece tremendamente familiar y conocido, y ya es mi vida, mi vida vida contigo, sin imaginarla, con el armario que tiene las cosas de desayunar y huele a dulce, como aquel cajón que tenía mi abuela y que yo abría a la hora de merendar.
domingo, febrero 08, 2009
Tengo un pedal como el de Feist para hacer loops con la guitarra y ayer me pasé la tarde
Estos días vemos carteles de pisos en venta e imaginamos a través de un balcón o una ventana cómo puede ser nuestra vida en otro lugar. Cuántas habitaciones tiene, a qué horas da el sol, si harán ruido los vecinos. Todo eso a través de un balcón. Luego volvemos a casa y todo me parece tremendamente familiar y conocido, y ya es mi vida, mi vida vida contigo, sin imaginarla, con el armario que tiene las cosas de desayunar y huele a dulce, como aquel cajón que tenía mi abuela y que yo abría a la hora de merendar.
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