Qué mala soy dosificándote
Algo así como autoficción
lunes, marzo 23, 2009
CAPÍTULO I. SAILOR OJOSNEGROS
Sailor Ojosnegros se arrancó la medalla que llevaba al cuello. La miró por última vez, dijo algo que nadie oyó, y la tiró al mar.
Tiene los labios rojos y un nombre tatuado en la nuca.
A lo lejos, un puerto y una ciudad.
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