Me parece muy torturada esta pianista ucraniana, Valentina Lisitsa, en sus vídeos.
Todo empezó porque el otro día volvía de trabajar y en Radio Nacional Clásica sonaba el opus 57 de Beethoven. Había tanta caravana que pude escuchar los tres movimientos enteros. Los letreros luminosos anunciaban obras y los carriles con las rayas amarillas desdibujadas me confundían.
Al llegar a casa, abrí una botella de vino que en el corcho llevaba impresa una partitura. Pensé: ¿será o no será? No era la pieza de Beethoven, pero en mi imaginación lo fue.
Luego me senté en mi piano y me conformé con lo que pude. Música irrepetible, del momento, porque luego no recuerdo qué he tocado, sería incapaz de reproducirlo otra vez del mismo modo. Cosas que ocurren cuando tocas sin domesticar.
El vecindario está encantado con mis conciertos.
Recuerdo aquel día en el que apareció una nota en el ascensor que decía: aten al pianista salvaje que vive en el edificio, o me pego un tiro. No tenía faltas de ortografía.
Todo empezó porque el otro día volvía de trabajar y en Radio Nacional Clásica sonaba el opus 57 de Beethoven. Había tanta caravana que pude escuchar los tres movimientos enteros. Los letreros luminosos anunciaban obras y los carriles con las rayas amarillas desdibujadas me confundían.
Al llegar a casa, abrí una botella de vino que en el corcho llevaba impresa una partitura. Pensé: ¿será o no será? No era la pieza de Beethoven, pero en mi imaginación lo fue.
Luego me senté en mi piano y me conformé con lo que pude. Música irrepetible, del momento, porque luego no recuerdo qué he tocado, sería incapaz de reproducirlo otra vez del mismo modo. Cosas que ocurren cuando tocas sin domesticar.
El vecindario está encantado con mis conciertos.
Grande esa rubia pianista. Muy grande.
ResponderEliminarEs bueno hacer las cosas sin domesticar. Si alguien trata de domesticarte, huye.
A veces los vecinos tienen que aguantar en pro de nuestra formación-domesticación-disfrute.
ResponderEliminarLos míos deben haberme maldecido alguna vez. A la guitarra y al piano. Porque en el piano estoy casi sin domesticar. Y con la guitarra...bueno, les doy una de cal y una de arena. Una de recuerdos de la Alhambra y una de griterío mientras toco alguna de Revolver.
Espero que nadie coloque una nota en el ascensor ;D
P.D. No dejes que te domestiquen.
Aviadora debiste de poner un post it diciendo: " perdón " el pianista era ELLA......
ResponderEliminarbesos.
feliz cantata
nieves
jajajaja
ResponderEliminar"aten al pianista salvaje que vive en el edificio, o me pego un tiro."
con que la nota no haya sido firmada: P.V.!!!
:P
Jo tenia un veí que tocava l'oboe. Un dia el vaig veure tocar a Gràcia i vaig començar a deixar-li cartes a la bústia! Un dia em va començar a contestar... i un dia abans que marxés a donar la volta al món vam anar a sopar. Així que qui sap, potser un dia... :)
ResponderEliminarA la guitarra y al piano. Porque en el piano estoy casi sin domesticar. Y con la guitarra...bueno, les doy una de cal y una de arena.
ResponderEliminarMe gusta el cartel, quizá yo pondría uno en la puerta de tu casa más que dijera:
ResponderEliminarPELIGRO, pianista sin domesticar
Las músicas en prácticas somos unas incomprendidas!!! Yo cantaba a voz en grito en el garage de mi antigua casa, tenía una acústica genial, lo malo era cuando me encontraba a alguien por las escaleras.