viernes, junio 21, 2013

Post 1014: el verano siempre es futuro.

Hoy vamos a hacer ver que soy como Cat power y que, por lo tanto, esta soy yo pensativa.





La visión triste del final de curso. Muchos niños lloran, sobre todo los que cambian de colegio y se van del barrio. Pero dentro de ellos siempre hay esperanza. Para mí también ha sido extraño porque han pasado a secundaria personas a las que conozco desde que tenían seis años y eran pre-personas. Muchos de ellos me han pedido que les firmase y les escribiera una dedicatoria en la carpeta o en una camiseta. Les he puesto que me ha encantado ser su profesora durante todo este tiempo y que espero que me saluden por los pasillos cuando se vuelvan unos adolescentes de la ESO. A algunos los he abrazado. El último día de curso es así y siempre es igual. Emotivas despedidas que al poco tiempo se olvidan.

Este ha sido el primer fin de curso sin (con) nadie esperándome para celebrar el último día de colegio. Me he tomado un café con una amiga y luego, impulsivamente, he entrado en  una gran librería anclada dentro de centro comercial. Era el único lugar en el que podía dejar mi coche tres horas gratis. Pero tienes que contar que gastas una hora en encontrarlo. Porque a pesar de ver muchos cárteles advirtiéndome de que recordase la planta, el color y la zona de mi aparcamiento (los nombres de las zonas suelen ser absurdos, como por ejemplo, atlántida) yo he hecho caso omiso y he perdido el coche. Ha sido bastante desconsolador.  Los centros comerciales me parecen terriblemente tristes y poco personales. No comprendo por qué la gente da vueltas y vueltas bajo esa luz artificial y fría, a veces demasiado fuerte, entre un montón de restaurantes pre-fabricados. Además, cansan un montón y los zapatos siempre suelen hacerte daño en los centros comerciales.

Aún así, he cogido siete libros, me he sentado en un sofá y los he consultado tranquilamente, sin prisa. Me he comprado dos de ellos. Pero luego me he arrepentido. Es innato en mí el arrepentimiento, el cambiar los planes treinta veces. Y si puedo 31, ¿!¿por qué no!?

Esta tarde he aprendido, viendo Indiana Jones y la última cruzada, que para superar las pruebas del destino hay que enfrentarse a solas y tener humildad, valentía, confianza, inteligencia,  locura y fe. Yo tengo un poco de todo eso pero no al 100%.

En la calle hay una verbena, en el casal d'avis. Cantan "quiero que vivas sólo para mí y que tú vayas adónde yo voy". Supongo que se trata de la antítesis de lo que debería ser el amor. Yo quiero que la gente se ame porque la felicidad de los demás nos repercute de alguna forma, y hemos de dejar de ser egoístas y quererlo todo para nosotros. Imagino a un montón de matrimonios entre 70 y 85 años bailando en esa verbena, puede que alguien llegue a 90. Cuánto recorrido.  También imagino a mujeres juntas bailando, cada una de ellas recordando a su primer novio o a su difunto marido, que también está allí de algún modo, entre las dos. Me parece bonito. Con la muerte, nuestra vida pasa a manos de otros. Nuestra vida vive en los recuerdos de los que nos conocieron, en sus sueños, en sus bailes, en los objetos que fueron nuestros. (Una de mis fantasías románticas es bailar con una chica en una verbena. Pero si puede ser teniendo 34 años. 24 ya no puede ser.)

Ahora cantan "me importas tú y tú y tú y solamente tú." Grandes éxitos de verbena que escucho desde mi estudio mientras escribo sobre esta soledad de fin de curso y de inicio del verano. Podría llamarse melancolía del futuro. Porque el verano siempre es futuro.




2 comentarios:


  1. Cuando era pequeña me cambiaron de colegio. ya tenía amigas. y me cambiaron. creo que odio un poco en secreto a mis padres por hacerlo.
    en los centros comerciales las personas dejan de parecerme personas y me parecen monstruos alienígenas que hacen estupideces y a los que me gustaría matar con una metralleta tamaño XXL de estas que salen en los videojuegos.
    Soy indecisa comprando. Y lo piense 2 minutos o dos meses, al final me arrepiento. Menos comprando libros. Aunque al final acaben siendo malos (cosa que, pese a fiarme a veces sólo de una portada, no suele pasar a menudo)
    he bailado con muchas mujeres en diferentes verbenas. nunca con un hombre. con los hombres las cosas siempre son más rasposas.
    (me ha gustado la imagen de ese primer novio o difunto marido entre las dos)
    salu2,

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  2. Que post mas chuloooo, hablas de todo un poco y segun lo leo lo visualizo todo, todo y todo!!!

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