Ya he visto HER, de Spike Jonze (que es el ex de Sofia Coppola, cotilleo). No he hecho nada ilegal para verla, lo juro; el viernes subí a un avión, vi la peli en un cine y ya he vuelto. En España se estrena a finales de febrero, creo. Lo cierto es que me sentí muy próxima a la historia, muy cercana a Theodore, el personaje de Joaquin Phoenix. Sus emociones, sus pensamientos, su modo de mirar por la ventana. Muy de mi rollo. Dije lo mismo cuando vi La vida de Adele -supongo que por los ratos con los alumnos en clase- así que tampoco hay que hacerme mucho caso, soy impresionable. Me encantaría tener el trabajo de Theodore, escribir cartas de amor para otros. Creo que sería muy buena en eso, sería feliz haciéndolo, ¿alguien puede contratarme? En un momento de la película, Theodore dice algo así como que cree que todo lo que le queda por sentir va a ser una especie de versión o copia reducida de lo que ya ha sentido. Es exactamente lo que yo pienso a veces. Igualito, oiga. Supongo que es un pensamiento común cuando crees que has sentido ya de un modo increíble. Es una especie de decepción anticipada, aunque sea ridículo y absurdo pensarlo porque sí soy capaz de sorprenderme por algunas cosas cada día. Así que es falso, es sólo un pensamiento. Mi conclusión tras ver HER es que los sentimientos siempre son reales, vengan de dónde vengan y vayan adonde vayan.
Esta semana me apetece mucho escribir una carta de amor. Si alquien quiere que escriba una en especial, que me mande un mail a paolavaggio@gmail.com y me cuente los detalles. A quién va dirigida, qué historia hay detrás, o algún detalle significativo, qué le gustaría expresar con la carta, etc. Tampoco demasiado, porque así no tengo tantas limitaciones. Me gustaría mucho hacerlo, meterme en la piel de alguien que desea escribir una carta de amor. Lo necesito. Espero que alguien se anime a encargarme una carta de amor.
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Mis dramas variados -como esas
bolsas de pipas mezcladas con otros frutos secos- han superado la
fecha de caducidad de 6 meses. El yogur está pasadísimo ya. Según los
especialistas es una fecha límite o algo así. Pero algunos días siento
que todavía no estoy al 100%.
Me
costó una barbaridad aprender a leer. Me conmueve un poco pensar que
debí estar en el pelotón de los torpes durante las reuniones de claustro.
Pero sólo durante los años de preescolar, luego ya me espavilé...
Recuerdo a mi padre, muy muy cabreado, perdiendo la paciencia conmigo y
repitiéndome una y otra vez: la M con la A, MA. Él lo iba
escribiendo en un folio y usaba distintos colores para cada letra. Más
tarde, cuando volvía a preguntarme, yo siempre decía MU, o MO, o ME, o MI, ¡pero nunca MA! Por eso siempre estaba en la misma página en clase, mientras algunos de mis compañeros avanzaban y pasaban la página
del libro de lectura, yo seguía en la de la M. De ahí que me cueste
pasar página. Expresión que odio porque es como si ya no importara la
página; coño, esta página por la que tanto he sudado ya no importa?! Pero me encantaría creer en el futuro y en las cosas nuevas que
vendrán. Esta es una buena noticia. Empiezo a ser consciente de que no
puedo perder más energía intentando comprender lo pasado.
¿Viajaste -sólo- para ver la peli? Wooow
ResponderEliminarPor supuesto! Tendré que hacer lo mismo con Frances Ha xD
Eliminar¡Sí!, prográmalo antes que la saquen de cartelera, aún estás a tiempo.
ResponderEliminarmi teoría que es la MA no coincide con tu MA y desde pequeñita lo tenías claro.. Como verás empiezo a leerte desde el final.. va a molarme más jijiji como si te mirara a los pies y te caminara por los ojos.. mil quieros
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