Querido doctor,
Como habrá comprobado, esta madrugada me he fugado de su clínica. No creo que sea necesario curarme.
Durante algunos meses he tratado de buscar una alternativa feliz a las canciones que no lo eran. Ahora quiero estar felizmente triste un tiempo. El mundo no puede ser maravilloso sencillamente porque salga el sol y las plantas crezcan. Lo es porque sale el sol, porque las plantas crecen y porque me duele. No tengo un plan definido, tampoco una meta clara a la que llegar. Mis sueños son imposibles y bellos, fugaces, de una noche, libres, sin pasos a seguir, son un día sí y al otro no, son imperfectos y salvajes. No quiero anotarlos en ningún papel ni hacer listas.
Gracias por la comida y por dejarme subir al perro que se lame los testículos. Me llevo a Siri Dramas como si fuera un jabón de hotel.
P.V.
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