martes, febrero 24, 2015

La muñeca de Verdaguer

El sábado quedé con J y una amiga suya para ir a a ver Before I Disappear (a mí me gustó mucho pero mi entusiasmo exagerado no coincidió con el de los demás). Salí de mi casa media hora antes. El metro estaba lleno. En el vagón, unas turistas bailaban una canción que sonaba en un móvil y todos los demás las mirábamos, un niño daba patadas con el tacón en el asiento sin parar, en bucle, y un perro negro con bozal iba sentado en sus patitas de atrás, tranquilamente, demostrando un autocontrol muy superior al de algunos humanos. Hasta ahí bien, todo correcto, todo normal. Sin novedades.

Me bajo en la parada de Verdaguer, avanzo por los pasillos y en el quiosco veo a LA MUÑECA DE VERDAGUER. 

Es ella, ha crecido


Estado de shock.

Mi mente se bloquea, se llena de imágenes inconexas con filtro de los 80's, música de carrusel, empiezo a rememorar una terror infantil...

...una niña sentada en el suelo con una tijera en la mano, soy yo con ocho años cortándole el pelo a mi Barbie a lo militar. Me siento muy orgullosa de ello. De esa transformación. Mi Barbie desnuda, con el vestido de princesa tirado en un rincón y con la cabeza rapada...

...entonces veo también a mi amiguita Raquel, haciendo los deberes en casa conmigo, y yo, muy muy inocente, con voz de pito diciéndole: mira, ¿te gusta mi Barbie? ¡Le he cortado el pelo! 

Mi amiguita Raquel horrorizada, fuera de sí, diciendo con voz de ultratumba: "Barbie-se-va-a-vengar-de-ti-esta-noche. Te irá a buscar". 

Pánico. Terror. Yo en la cama, cerrando los ojos, tratando de dormir, y mi Barbie con una tijera tamaño gigante escalando por el edredón con su sonrisa permente... viniendo a por mí...

Lo cierto es que Barbie militar me tuvo acojonada varias semanas. La veía por el pasillo y debajo de la cama. Finalmente, harta de no poder dormir, la tiré a la basura. Pero no se acabó ahí. A pesar de que el peligro ya estaba lejos, me la imaginaba escalando entre cáscaras de plátano y encontrando el camino a casa, mi casa, nuestra casa.

Gracias Raquel, mi amiguita defensora del pelo largo de las Barbies. Es una lástima no recordar tu apellido, podría buscarte en Facebook y... quién sabe...



6 comentarios:

  1. Quien sabe...si la encontraras lo mismo tiene melena ...y tus sueños se transforman y ella se convierte en "Barbie Raquel"..PV tijera en mano...:)
    Un beso

    saluditos extremeños

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    1. jaja noor, qué horror, qué pesadilla!

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    2. Síii...es lo que tiene estar ultimamente a la que salta..
      Yo cogería un "ken" en lugar de una barbie y le dejaría apañaito..
      Creo que necesito un cambio de curro ...pero ya
      :)
      besos

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  2. Esto me ha recordado una historia de hace como treinta años, dos hermanas, una muñeca de esas inútiles que dicen cosas que nadie quiere oír y un brik de natillas pearce duff. A partir de entonces la muñeca sólo decía un blup, blup... pegajoso.
    Para esos que preguntan qué vas a hacer o qué haces, podrías contestarles que te vas a dedicar al estilismo, ¿no?
    Por cierto, que he leído la reseña de la peli. ¿Un suicida que está a punto de cortarse las venas contesta al teléfono?
    Un saludo.

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    1. He comprendido perfectamente lo que sucedió con las natillas y la muñeca jaja! Sobre la peli: creo que hay dos tipos de suicidas, los que contestan y los que no. xd

      A mis amigos no les gustó del todo. A mí me encantó, aunque tuve dudas y pensé: por qué a mí me ha gustado tanto?? se nota un poco que es un "corto alargado". Los primeros 20 min son muy buenos, luego es cierto que pierde verosimilitud, aún así creo que destila algo bonito.

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  3. es que las muñecas vengativas son de cuidado.

    ha crecido, pero no tiene sentido de la orientación y no encuentra tu casa.

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