Me despierto. Sol en las fachadas. Estoy tristecontenta. He soñado que me rapaba al 1 y que cenaba con mi madre en un restaurante francés.
Es lunes. Inicio esperanzador, calmachicha, o algo así.
La perri escondida entre el montón de ropa por lavar, me ve y empieza a mover la cola a cien por hora y parece que va a salir volando.
Me queda bien el flequillo.
Voy a desayunar. Hablo con el camarero. Me dice, a que hago bien los cafés, le digo que sí, que muy bien. Me hago la simpática en chándal.
Salgo al balcón y Stranger Beast ha dado una hija fálica. No sé si me da pena o alegría, lo dejo para luego porque no tengo tiempo de decidir emoción.
Me visto. Me queda bien el pelo.
Echo vistazo antes de cerrar la puerta y la perri está sentada en medio del pasillo, mirándome.
Me bajo del metro. Paso por delante de un bar muy feo que se llama DNI y en el que recuerdo que hace dos años tomé una cerveza y me fijé en el nombre y pensé que era un despropósito de bar. Y veo una tienda que venden únicamente camisetas de freedom for catalonia, pero en varios colores, modelos y texturas. Y pienso en familias paseando por la montaña el domingo con los distintos tipos de camiseta.
Tengo entrevista. Llego 10 minutos antes. Me pongo nerviosa. Entro al lavabo y me digo, estoy bien, estoy bien. Salgo de nuevo al escenario. Me dicen que les gusto.
Camisa de manga corta. Calor a mediodía en el centro. Extraña alegría. Me sube a la cabeza. Me pongo nerviosa otra vez. Me duele la cabeza. Me da vueltas la plaza urquinaona.
Paso por Inspección Educativa a recoger un certificado y cierra a las 13:00. Vuelve mañana, dice. Buen horario, ¿poco que inspeccionar?
Me hago la comida. No tengo hambre. Sol. Extraña tristeza de repente.
Segundo capítulo de Girls de la última temporada. Extraña alegría. Sofá. Me río cuando Jessa le dice a Shoshanna "¡madura!" y cuando Elijah dice "me aburro". Desi es adicto a algo que no sé qué es. Me gusta el personaje de la tienda de trastos cuando dice "estoy viviendo mi verdad".
Me como un plátano. Pienso en el juego de "esto no es un plátano". Vuelvo a mirar a la hija fálica.
Se me mezcla todo, la alegría. la tristeza, la extrañeza y los nervios. Y rompo a reír-llorar.
¡¡¡Stranger Beast está floreciendo!!!
ResponderEliminarNo es una fala, es una florrrr.
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