He salido una hora más tarde de trabajar (los viernes salgo a las tres) porque el lunes es fiesta y tenía que acabar algo urgente. Cuando he llegado a casa, he seguido trabajando porque no me había dado tiempo de ultimar algo. Mientras tanto, le iba tirando la pelota a la perri. También me he escrito con A, y nos hemos estado riendo de las típicas cosas de las que nos reímos cuando empezamos a descontextualizar situaciones y las convertimos en absurdo. También me ha escrito Laura Ha para ir al concierto de Girlpool, y JP también, para salir por la Mercè. Pero les he dicho que no me apetecía salir. Estaba cansada.
Luego he sacado a la calle a la perri y hemos estado por la Superilla paseando, que como siempre, estaba desierta; algunos caminantes; dos japoneses saliendo de un hotel; un par de adolescentes bebiendo en un banco; una chica que perdía el autobús; dos mesas de ping-pong vacías; la perri y yo. He sentido que me apetecía llegar a casa y tener novia, o similar, algo cercano a una novia. Alguien que sabes que va estar acompañándote, y te va abrazar mientras duermes, y va a cenar contigo, el viernes, pensando en que al día siguiente es fiesta y no tenemos que madrugar. Algo así. He jugado a imaginármelo, e incluso le he dicho en voz alta a la perri: "anem, que ens esperen a casa per fer una pizza" (a la perri le hablo en catalán o en castellano, indistintamente). Pero claro, todo era mentira y la perri no se lo ha creído ni por asomo. Se ha puesto a cagar, de hecho, mientras me miraba. Me ha parecido gracioso. La perri, lo desdramatiza siempre todo de un modo inesperado.
Cuando he subido a casa he llamado a mi madre. Me ha asustado porque cuando le he preguntado cómo había ido el día, me ha dicho que muy mal.
Mi perro negro, el que vivía con mis padres, ha muerto. Me he pegado un hartón de llorar. También me he dado cuenta de que no tengo apenas contacto con personas que lo habían conocido. No podía escribir a nadie para decirle, ey, que Indie se ha muerto. Le he mandado un mensaje a L. Es en la primera persona que he pensado.
No lloraba sólo porque hubiese muerto mi perro negro, también lloraba por el paso del tiempo y por todo lo bueno que se deja atrás..., de forma irremediable.
Mi perro negro era bastante especial. Siempre se quería escapar. Le dediqué varias entradas hace años. Acabo de leer ese texto antiguo. Al final menciono algo que tiene que ver con el aniversario de cuando conocí a L. El barrio empezó a ser más bonito hace dos años...
Lo que decía, que recordar es, en ocasiones, conducir una excavadora entre las ruinas. Cuánto amor, hubo.
Lo que decía, que recordar es, en ocasiones, conducir una excavadora entre las ruinas. Cuánto amor, hubo.
Espero, Indie, perro negro, que allá donde estés puedas correr mucho y ladrar y escaparte. Y mearte donde quieras. Te echaremos de menos. Tu compañera de batallas, la perra rubia, también. Me han dicho que te estaba buscando por todos los rincones de la casa.
Espérame.
Paola, siento muchísimo lo de perro negro... Qué difícil tiene que ser vivir la muerte de un animal querido. Te mando todo mi cariño y espero que estés bien, en la medida de lo posible.
ResponderEliminarGracias, Desbordamientos, te lo agradezco mucho. Los perros, cuando se mueren, se siente de modo profundo. Son tan inocentes que la muerte parece estar fuera de lugar.
EliminarOjalá nos esperen todos ellos. Un beso grande Paola.
ResponderEliminar(una Nuria)
Gracias, Nuria. En mi casa siempre ha habido perro. Un beso
EliminarDogs are too god for this world, my friend.
ResponderEliminar<3
too God o too good?? Mira, me gusta de las dos formas. <3
EliminarToo good!
EliminarBut in Dog we trust.
<3
Ánimo! Seguro que tu perro negro está corriendo como un loco y pasándoselo teta. Besos
ResponderEliminarFijo que sí!! :) Gracias!!
EliminarVaya, lo siento por tu perro. Aprofita aquest dia de la Mercé (Jo també em passo el dia parlant indistintament, jijji) Saludos.
ResponderEliminarJaja! Gràcies, Juli Gan. Quant de temps...!
EliminarAunque mueren siguen estando cuando se lo recuerda. Indie, que lindo nombre.Un beso
ResponderEliminarLo siento... leo ahora y aunque han pasado ya días supongo que la tristeza persiste. Estoy convencida de que hay un "cielo" para ellos. Un inmenso prado donde corren y son felices tras dejarnos. Besos
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