En el trabajo me siento implicada, y eso hace que las horas allí no sean, en absoluto, decepcionantes. También me siento valorada; realmente estoy explotando todos mis recursos. Es como si, de repente, todo lo que he ido aprendiendo a lo largo del tiempo, todo lo variopinto y descabellado, se hubiera puesto en sintonía, como una especie de orquesta. De hecho, cuando pensaba en encontrar un trabajo que me gustara, pensaba en esto, pero no lo creía posible, creía que siempre me faltaría algo. Sí es verdad que el máster que hice el año pasado me abrió la puerta definitiva, pero con todo y con eso me parecía difícil. Recuerdo aquellos meses en los que me conectaba a infobjobs y veía tachado mi curriculum en todos los procesos de selección a los que me había apuntado (sí, en infojobs usan algo tan gráfico como tacharte cuando no te han seleccionado) Hasta que una mañana, estando en el parque preferido de la perri, encontré una oferta interesante, cuando ya había tirado la toalla. Me llamaron, hice la entrevista y me contrataron.
Ayer me senté a ver anochecer con la perri y pensé que estaba siendo un momento bonito. Por la tarde, salí al balcón y vi que tenía una flor del día amarilla. Disfruto mucho de la rutina y de la soledad. De todos modos, sigo sintiéndome a años luz de la mejor versión de mí misma. La echo de menos. También he tirado la toalla en ese sentido. Está bien rendirse. Rendirse es como salir de la piscina y ducharse con agua caliente. Un alivio.
¡Qué bien! Pues muchas felicidades. Es difícil sentirte valorada en un empleo común, sobre todo si es gregario. Siempre hay esperanza y eso es bueno. Tienes razón, los de infojobs deberían plantearse que eso de que te tachen no es demasiado alentador.
ResponderEliminarMuchas gracias, Juli Gan. La verdad es que sí, que es complicado. En mi experiencia laboral es una de las primeras veces que me siento así. Jaja también me parecía imposible encontrar trabajo por infojobs, pero ocurre. Siempre que me inscribía ya había 100 más inscritos. Hay que creer :P
EliminarMe ha recordado a la sensación a la puerta de un examen mal preparado, de darte la vuelta y dejarlo estar, qué alivio salir del edificio y tumbarse en el césped al solecito.
ResponderEliminarClaro que meses después en la siguiente convocatoria no te hacía tanta gracia...
Pues sí, Not! tienes razón, es esa sensación. Cuando entregabas el examen, después de estar dos horas pensando: "uh, qué mal". Y te pirabas y te fumabas un piti en el campus, en plan, dejadme en paz ya...
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