Hoy es día 11 y hace tres meses dije que volvería a escribir el 11 de junio, pero la verdad es que seguí escribiendo. Aun así, celebro que he vuelto al blog del que no me fui.
El sábado estuve de bajón porque echaba de menos a todas las chicas de las que me he enamorado y he tenido algún tipo de relación (alguna más larga, otras más cortas). A todas y cada una. Soy polinostálgica. De cada una echaba de menos algo distinto. Creo que los sábados me producen ansiedad. Esa ansiedad de tener que ser feliz porque es fin de semana y todo el mundo espera que lo estés. Yo suelo acordarme los sábados de los sábados del pasado. R se va a reír mucho cuando le cuente esto. Soy negada para vivir en el aquí y ahora. Yo en el aquí y ahora me acuerdo del ayer.
El fin de semana que viene tocamos en un lugar en el que viví con alguien que fue muy importante en mi vida (ya estoy otra vez con la matraca del pasado). Por supuesto, estuvo presente en mis pensamientos polinostálgicos de ayer. Desde entonces, no he vuelto y no sé qué va a suponer volver a pisar un asfalto en el que sentí un amor así, tan correspondido. Después de montar y de las pruebas de sonido, me iré a dar una vuelta. Espero no tener un ataque severo de melancolía antes de tocar. Necesitaré mucha dopamina. La vida, cuántas vueltas.
polinostalgía parece una enfermedad adecuada a estos tiempos tan extraños en los que no hacemos más que correr como los locos porque debemos avanzar y no dejamos de mirar por el retrovisor a todo lo que dejamos atrás.
ResponderEliminarLa nostalgia es normal, pero es un poco falsa, el pasado nunca es tan bonito como lo recordamos, ¿no?
Sí, todo tiene que ir rápido, para no perder demasiado tiempo... y poder seguir a otra cosa. :/ Al pasado, le pasa como a todo, que tiene su cara A y su cara B, no puede ser de otra manera!
EliminarEl pasado del futuro es el presente, y al final es lo único que vale
ResponderEliminarPues yo hoy sentía nostalgia de mi primer barrio y de la planta del dinero que teníamos en el balcón y nunca aguantaba dos veranos, como las etapas boyantes de mi familia. Un año veraneo, al siguiente piscina pública, alternando que en la variedad estaba el gusto. También de leerte después de varios meses. Así que te he leído mayo y junio todo seguido. ¡Qué bien! Ojalá todas las nostalgias tuvieran una cura tan fácil.
ResponderEliminarNo echo de menos a ninguna. Quizás ni quise.
ResponderEliminaryo no volví a pisar un lugar muy importante para mí porque ahí descubrí el amor y también éste me partió en mil pedazos, y tuve tanto miedo de amar como de ser amada. Quizá algún día pueda volver, no lo sé.
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