Me fui a dormir tarareando London Calling. Me he despertado canturreando London Calling. Y me he puesto a escuchar London Calling en cuanto he podido. Le tengo cariño a ese disco porque me lo compré cuando tenía 15 años (la primera vez que fui a Londres, un viaje de esos de fin de curso) y me pareció que era el lugar ideal para un vinilo de segunda mano de una banda mítica como The Clash. Era por la mañana y hacía sol, y en aquel momento y con aquella edad, estar allí era como entrar dentro de una película. Supongo que tenía muchos sueños y esperanzas por todo lo que estaba por venir... Son inolvidables los momentos grabados detrás de cada disco que te compras, o detrás de cada canción que adoptas como compañera de vida.
Llevo la camiseta que me compré en el gutter. Está pintada a mano y es blanca, azul eléctrico y negra. Escribo estas letras para el futuro, para saber que tuve una camiseta preferida, pintada a mano, con una enorme cara, con dos lágrimas azules rodeando los ojos, como el maquillaje de los Kiss.
No está siendo una mala semana, tampoco para tirar cohetes. Gastar semanas de vida. Gastar vacaciones. Gastar tiempo. Gastar verbenas de san juan. Gastar amor. Gastar conciertos. Es espeluznante vivir y lo es morir. Gastar aquella noche en aquella plaza en la que pensé que parecías un chico adolescente.
No está siendo una mala semana, tampoco para tirar cohetes. Gastar semanas de vida. Gastar vacaciones. Gastar tiempo. Gastar verbenas de san juan. Gastar amor. Gastar conciertos. Es espeluznante vivir y lo es morir. Gastar aquella noche en aquella plaza en la que pensé que parecías un chico adolescente.
https://www.youtube.com/watch?v=7FBLOaQrh3Q
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