jueves, agosto 16, 2018

¿Cómo acabará el día?



Hoy me he despertado a las 5 de la mañana y ya no he podido dormir. Se preguntará el lector o lectora, ¿por qué?

Porque quería cerrar el pasado. Sí, como si de madrugada se abriera la posibilidad de acceder a la puerta que te lleva hasta a él, y entonces poder sellarla de una vez por todas, para que no interrumpa más. Pero no es así, no funciona así. Yo sé que a veces llevo un soplete y soy capaz de reabrir cualquier puerta, por muy atrancada que esté. ¿Cuál es la solución entonces? Llevo tiempo tratando de averigüarlo. Y en estos últimos años, evidentemente, se ha ido acumulando más pasado. Así que tengo un par o tres de puertas fantasmagóricas que abro y cierro con soltura, pero acarrea consecuencias.

Le he enviado un mensaje a B. Me parecía raro cortar así la comunicación, de forma tan drástica. No sabía si se iba a enfadar... pero no, me ha dicho que ella había estado a punto, también, muchas veces. Resulta que ahora trabaja al lado de mi casa. Me suena. Y hemos quedado para tomar algo cuando salga. No quiero perder nuevamente a otra persona preferida. ¿Estoy proyectando? ¿Podemos ser algo? ¿Amigas? ¿Amigas modernas? ¿Y si entro en el bucle del enganche? Pero... ¿Y si esta es mi oportunidad de hacerlo bien? ¿Estaré mareando la perdiz sin darme cuenta?

¿Estoy preparada para tener una relación? Porque igual yo creo que sí y resulta que es que no. A las pruebas me remito. Que no es que no quiera con B, que es que no estoy preparada para ninguna letra del abecedario hasta que (y aquí viene el final que lo ata todo) hasta que cierre la puerta del pasado.

Qué boluda soy, a veces...

1 comentario:

  1. A las cinco de la mañana no hay decisiones buenas, créeme, acumulo unas cuantas..

    No sé, supongo que las puertas cerradas se cerraron por algo, volver a abrirlas no suele ser buena idea pero, ¿quién puede resistirse?

    ResponderEliminar

Deja tu mensaje secreto.