He vuelto a despertarme a las 4. Me he imaginado contigo para ver si me entraba sueño otra vez. En mi fantasía, nos besábamos y nos tocábamos las manos. Era todo muy dulce, como la uva que compré ayer junto con el vino y las pastillas para dormir, pero está claro que, de momento, no están funcionando. Los remedios naturales tardan en hacer efecto, supongo.
Cuando me despierto siento cómo se agolpan las preocupaciones, como en la cola del supermercado, y las trampas, y el ruido.
A oscuras, en mi casa, en un edificio de 1936, a cinco calles del mar, en la Barcelona, con toque de queda, he hallado consuelo en la fantasía de querernos un poco.
Mi canción fetiche de la semana es "gush", del grupo bdrmm. Son ingleses. Me gusta mucho el inicio con la batería sola, y luego las guitarras vaporosas, que aparecen entre la niebla y van perfilando el paisaje.
Las canciones nuevas que estamos arreglando todas tienen final suspensivo, no acaban ni con la nota esperada ni en el tiempo esperado. No sé si tendrá algo que ver con el momento mundial de impás, de espera, de " a ver cuando viene lo bueno". Sin embargo, no hay tiempo de espera que no cuente. Tengo ganas de que reabran los gimnasios para ir a la piscina, nadar me parece un buen ejercicio para esperar a que venga lo bueno.
eres buena escribiendo y mientras te leo la musica se me mete adentro
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