Ayer fue la noche de San Juan y celebramos la verbena en mi casa, como antes de la pandemia. Acabo de decidir que es mi fiesta preferida. Mis amigas, el verano, la brisa de la noche (por fin se ha ido el calor sofocante), los fuegos artificiales de fondo y los rituales de la suerte inventados.
También he inaugurado la temporada de cine de camping, que es como le llamo yo a salir a la terraza con el portátil y ver una peli. Es una tradición veraniega que instauré hace ya unos años. Es una especie de juego para mí, o así lo vivo, porque nunca he ido de cámping, pero siempre imagino que la sensación debe ser parecida.
Me gusta mucho fantasear con ir de cámping por primera vez, algún día, cuando yo quiera. Es una especie de as bajo la manga, que me guardo. Es maravilloso tener un sueño sencillo, fácil de cumplir y posponerlo para que siempre sea un sueño posible.
De momento, en mi cine de cámping, he visto dos películas que me han gustado mucho: L'Animale y True Things. La protagonista De l'Animale es una adolescente en momento de cambio, con una coraza rígida que va cayendo a medida que avanza la película. Bueno, a mí me ha parecido que esa era la metáfora. Lo que más me ha gustado (estéticamente) ha sido: cuando va en moto de noche, los árboles iluminados con luz roja, el baile con la chica de la que se enamora, la nuca rapada, las protecciones de motocross (como la coraza), la manera de fumar, la cueva, los créditos.
Y True Things narra la deriva de una mujer que se embarca en una relación tóxica y muy adictiva. El colofón de la película es el baile liberador de la protagonista mientras suena Lick My Legs de Pj Harvey.
Qué mejor que el cine de cámping para reflexionar sobre la vida. Ahora veo tantas banderas rojas en todas partes... que es complicado iniciar una relación. Pero, como dice mi amigo J., es mejor verlas.
Me he dado cuenta de que me apetece más escribir en verano, que en invierno.
Conforme te haces mayor vas viendo con mayor facilidad las banderas rojas, ¿verdad? Y, además, sabes lo que significan, ya no eres incapaz de ignorarlas.... Supongo que eso es bueno, aunque a veces me gustaría poder volver a confiar con los ojos cerrados ignorando todas las señales de aviso.
ResponderEliminarEs mejor verlas pero que bien se vive cuando aun no las has visto! Que pena hahaha.
ResponderEliminarEn verano suelen ocurrir otro tipo de cosas a las que suceden en invierno, la escritura es diferente, las sensaciones lo son.
ResponderEliminarSuerte,
J.