Estoy buscando un piso. De compra. En Barcelona. Triple mortal.
Ya llevo varios meses. Desde agosto. Es una de mis búsquedas. He visitado muchos.
Lo que más me impacta es cuando entro en un lugar en el que se palpa que ha vivido alguien y que ya no. O sea, que se ha muerto. Y tú estás ahí en su casa, con sus muebles, tratando de imaginar una nueva etapa. Me cuesta mucho, la verdad, imaginarme en un lugar que está lleno de recuerdos de otra persona. Como ya sabéis, soy muy sensible al pasado.
A veces viven y tienen la bolsa del pan en la cocina y la televisión encendida. Y tú estás ahí, como de visita, viendo su casa e imaginando como sería vivir en ella (cuando se vayan con sus cosas..., su tele, su pan...)
Esto de buscar piso está siendo muy raro. No me hace especialmente ilusión, pero sí creo que puede ser algo bueno a largo plazo, cuando ya no pueda asumir ningún alquiler sola, pero sí una hipoteca a 20 años. Es un poco de locos. Está siendo difícil, porque en los pisos que visito quiero sentir una especie de señal, una intuición, un flechazo, algo que indique "es aquí". Hay ciertas resistencias, boicots. Una de ellas es que vivo desde hace 9 años en el mismo lugar y lo siento como mi hogar. Otra de ellas es mi presupuesto, que tampoco soy rica, solo persona afortunada, y la zona por la que busco no es barata. Esto más que una resistencia o boicot es una circunstancia. Y además, me encanta mi casa de alquiler. Es mi sitio, donde estoy a gustito. Y donde he pasado mil historias bonitas y también otras feas.
Hay otro tema que dificulta mi proyección hacia el futuro, y es cierta desazón. No me inspira nada el futuro. Resumen, es un tema complejo.
Llevo algunos días pensando en escribir. Tuve muchas ganas el domingo pasado porque el sol de las tres de la tarde me recordó a Madrid. Me sentí allí. Fue un instante. La última vez que fui fue en 2017. Una visita corta pero que aproveché muy bien. El tema de visitar otros lugares o viajar lo tengo abandonadísimo desde 2020. Siempre deslizo a la izquierda cuando me topo con alguna foto a la que le gusta mucho viajar o vivir en muchos sitios distintos. Claramente no está entre mis prioridades en estos momentos. La gente que se mueve mucho me causa desconfianza. Aunque si surge, por qué no. Pero no me surge. Tal vez debería obligarme a viajar. Me siento un bicho raro con esto de no ser nómada en tiempos de peña moviéndose de aquí para allá super motivada.
Hoy he dado un mordisco a un cruasán de chocolate y me ha transportado a cuando era pequeña e iba a patinar sobre hielo.
He estado paseando una hora y media con mi perra y me he quedado helada. Que es cuando me he comprado el cruasán. Hemos ido hasta la playa, y luego nos hemos metido por la parte antigua del barrio y hemos ido subiendo, hasta volver a casa. En invierno, caminar por la pinada que hay frente a la playa siempre me da la sensación que es como estar en una localidad costera en temporada baja. Y me recuerda al hotel melancoisla. Me gustan mucho esos paralelismos temporales y espaciales.
Desde que empezó el año, no ha habido ningún fin de semana en el que no haya ido a algún concierto o similar. Estoy teniendo un 2023 muy social, de momento.
También grabé una canción en solitario (todavía no sé cuando la voy a estrenar) en un estudio durante un fin de semana de enero. Primero grabé la batería y luego los otros instrumentos. Tuve muchas conexión con el técnico del estudio, que aunque ya nos conocíamos, nunca había pasado tanto tiempo a solas con él. Desayunábamos, nos metíamos en el estudio, luego él preparaba comida (pasta riquísima, es italiano), luego volvíamos a meternos a grabar hasta la noche, luego escuchábamos un disco después de cenar y lo comentábamos. Muy agradable, la verdad. Dentro de unas semanas vuelvo, pero esta vez con la banda.
Estoy un poco desganada en relación con el proyecto del grupo. No por nada en concreto, supongo que cinco años son bastantes ya como para sentir el cansancio en algo que requiere tanta energía, o en lo que yo he volcado tanta. Creo que es una fase, una temporada de capa caída. Cualquier día de estos me despierto y vuelvo a sentirme con ganas. El año pasado tocamos mucho en directo y en el último concierto (noviembre) pensé que me apetecía mucho parar. Aunque también es verdad que disfruté muchísimo esa noche.
Creo que necesito algún buzz. Como un despertar, no sé si me explico. Alguna novedad. Porque estoy un poco triste, pero no sé exactamente el motivo. ¿Esto es tristeza?
Ayer me preguntaron dos veces dónde estaba el metro. Qué curioso, ¿no? La primera, una chica de unos 20 pocos, que me dijo "perdona, sabes donde está la parada de Llacuna, es que me he dejado el móvil". Me encantó el dato, "es que me he dejado el móvil". Como la explicación, el porqué preguntaba. Supongo a que los centennials le parece rarísimo preguntar cosas por la calle, toda su vida han vivido con respuestas en el móvil o en el ordenador. Luego me preguntó lo mismo un tío, "¿está cerca el metro?" Y yo, pero qué pasa hoy. Debo tener cara de persona maja. Persona que da respuestas.
Ahir devies tenir el punt al cap de ser la "i" de informació...jeje. Lo dels pisos a mi em passa semblant, també m'he canviat fa poc, i penso...no sé, UN pis que compleixi uns mínims i després ja serà casa perquè de moment és molt raro que jo hagi de viure aquí. Si vols novetats, el meu blog és com una sèrie turca jajaja . I espera't, que això continua.
ResponderEliminarSí, ja he llegit una mica el teu blog, i deu ni do! Jo busco emocions més tranquis ara, jajajaja. Segurament perquè ja he estat en aquestes situacions, i aquests temporals que expliques, he pogut aprendre algunes coses... però com no te les poden explicar, les has de viure.
EliminarNo sabría decirte, llevo luchando contra esa tristeza desde que tengo uso de razón. A veces lo logro, o quizás logro engañarme por un momento y las cosas parecen funcionar por una temporada... Cuando compré mi piso no lo hice en la zona que me gustaría ni me dijo nada especial, sólo necesitaba un lugar y escapar de otro.. Y funcionó... no sé, a veces creo que pienso las cosas demasiado y es mejor poner el piloto automático.. de lo contrario todo amenaza con hundirte...
ResponderEliminarBueno, son temporadas, creo... que van pasando. Hay de todo. La tristeza a veces es bonita, como los domingos, los parques vacíos en días de cada día, cuando anochece... no sé.
EliminarPara mi la tristeza siempre es bonita, por eso me parece tan peligrosa....
ResponderEliminarleerte parece leerme lo que me pasa y no escribo.
ResponderEliminarYellow :) Hace poquitos días pensé en ti porque subió al autobús una persona que pensé que podías ser tú... QUé ilusión me ha hecho tu comentario :)
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