Ferran Adrià dispuesto a cazarte las lágrimas, yaya
Qué frías están las cervezas y qué buenas las croquetas en Tetuán o contigo. La marabunta de gente se te llevaba de un lado al otro y yo intentaba no perderte entre las risas y el balanceo.
Por la tarde, caminamos veinticinco minutos hasta la puerta E. Llegamos al final del aeropuerto pero la sensación era de fin de mundo. Y en el fin del mundo estábamos las dos.
*Adelante con los faroles podría ser una expresión utilizada hace tiempo. Se usaría cuando alguien entraba en una casa. Por entonces aún no había alumbrado eléctrico en las calles, la penumbra era movediza como las arenas que se llevan a los malos y todo le mundo transportaba una luz consigo. Por eso, cuando llegabas a la puerta de una casa decían "Adelante con los faroles". La gente creía en los iluminados...
Adelante con los faroles, ha dicho mi madre al abrirle la puerta a mi abuelo y a mi tío cuando han vuelto del hospital -no ha sido nada, sólo un susto de la edad- Hoy se quedan a dormir en casa. Mi abuela estaba muy pequeña en la cocina, asustada pero comiendo y mi padre muy moreno, anda cada día una hora desde que le dió el infarto.
Nunca he visto a mi abuela sin apetito, ni en los momentos más tensos ha dejado de comer, recuerdo un día que incluso comía llorando. Ferran Adrià aprovechará las lágrimas para alguna receta vanguardista: sopa de lágrima, pollo a la lágrima, bacalao al lagrimil y patatas lagrimeadas. Está al acecho.
Yo dormiré aquí arriba, en mi antigua cama que está como nueva, pero Shangai no es Pekín.
* en realidad, "adelante con los faroles" es una expresión relacionada con las antiguas procesiones. Se usaba para animar a los faroleros y a los que transportaban los cirios. En sentido figurado se utiliza para animar a alguien a seguir con lo empezado.
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