Dentro de un rato me voy al Palau Reial (Palacio Real) a buscar a Sofía. [ha, ha, ha] Es verdad.
Qué triste me puso ayer mi profesora de lenguaje musical. Recibí su e-mail a eso de las 15:00. No lo abrí hasta las 24:00. Me lo temía: después de casi 2 años, aún no tengo ni idea. Es el resumen de una parrafada de 20 líneas.
Tal vez me cambie de especialidad. Lo malo es que no es tan fácil como parece o debería ser, si tenemos en cuenta que más del 50% de las asignaturas son comunes para primaria y musical. Primero tengo que entrar en la universidad de nuevo (porque aunque ya esté dentro, en la misma facultad y con los mismos profesores, no sirve para nada) o sea, esperar las notas de corte de este año... y si tengo plaza, pagar todo lo que ya he pagado y encima, ya he aprobado. Dinerito, dinerito. Y esperar a que me convaliden asignaturas que tienen el mismo nombre y en algunos casos, incluso el mismo profesor.
No sé si ésto sólo sucede en mi universidad o en todas. Me parece absurdo el procedimiento y todos los impedimentos que ponen.
Si suben mucho las notas de corte, tendré que volver a intentarlo con el solfeo. De todo modos, yo quería ser maestra de música en un colegio, pero los niños de ahora deben ser todos proyecto de Mozart, o eso parece... Hoy se van mis padres de vacaciones con los dos perros. Estaré muy sola. A ver si saco del palacio a Sofía y se queda conmigo.
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