He visto regar las calles durante tres noches.
Nos encontramos con el camión de la limpieza el viernes, de madrugada, en la Gran Vía. Al día siguiente nos lo volvimos a cruzar en el mismo lugar y también a la misma hora. Precisión de espía. Y el domingo...
Bueno, el domingo, a decir verdad me lo imaginé desde la cama del hotel pero con tanta fuerza que se me llenaron los oídos de agua como en los días de piscina.
Me hacía mucha ilusión despertarme un lunes en madrid ( )<-----esto es un espacio para mi ilusión. Nunca habíamos estado en madrid un domingo por la tarde. Y no es que sea mejor que en barcelona o en otro sitio, de hecho, yo los domingos los paso muy bien en el sofá con sofía mirando los tejados de las casas de enfrente y viendo como el sol se va. Lo bueno de los pisos de la primera planta es que son los últimos en abandonar el día y eso llena de esperanza a cualquiera. Creo que una vez mentí, siempre me gustaron los domingos por la tarde, sobre todo cuando a útima hora decides salir a dar una vuelta. Estuvimos mirando las casas de enfrente a eso de las 20:00 , desde la ventana de la habitación 113. Las fachadas estaban limpias y un balcón tenía un molinillo de plástico como el que yo tengo aquí. Se mueven y hacen un ruido especial. Es tan difícil describir como suenan los molinillos de plástico. Lo mejor será imaginarlo.
Bueno, el domingo, a decir verdad me lo imaginé desde la cama del hotel pero con tanta fuerza que se me llenaron los oídos de agua como en los días de piscina.
Me hacía mucha ilusión despertarme un lunes en madrid ( )<-----esto es un espacio para mi ilusión. Nunca habíamos estado en madrid un domingo por la tarde. Y no es que sea mejor que en barcelona o en otro sitio, de hecho, yo los domingos los paso muy bien en el sofá con sofía mirando los tejados de las casas de enfrente y viendo como el sol se va. Lo bueno de los pisos de la primera planta es que son los últimos en abandonar el día y eso llena de esperanza a cualquiera. Creo que una vez mentí, siempre me gustaron los domingos por la tarde, sobre todo cuando a útima hora decides salir a dar una vuelta. Estuvimos mirando las casas de enfrente a eso de las 20:00 , desde la ventana de la habitación 113. Las fachadas estaban limpias y un balcón tenía un molinillo de plástico como el que yo tengo aquí. Se mueven y hacen un ruido especial. Es tan difícil describir como suenan los molinillos de plástico. Lo mejor será imaginarlo.
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