domingo, septiembre 30, 2007

Bravo!



He pasado la noche en casa de Sofía y me ha ayudado a trazar un acuerdo de reconciliación con mi cama, el armario, las cortinas. Todo lo demás lo tengo en el estudio. Me ha sugerido que me plantara en mi habitación con un regalo y no con botas de leñador. Sofía se ha encargado personalmente de escogerlo y me lo ha dado envuelto con un papel muy bonito de color verde. Cuando he llegado a casa, he subido las escaleras y me he ido derechita a la habitación. Me he sentado en la cama, le he dado unas palmaditas a la almohada y he abierto el paquete. Es un libro, "Elvis, corazón solitario" de Javier Márquez. Creo que le ha hecho mucha ilusión, las cortinas han suspirado con la brisa de la noche y la cama se ha puesto para soñar. Luego he visto mis calcetines en el suelo y he pensado que sí, que aquel espacio me correspondía al 100%.

Además, este fin de semana Sofía me ha deleitado con uno de sus conciertos en piano imaginario. Lo toca tan bien, lástima que tuviera que abandonar la carrera de instrumentista de piano imaginario debido a una lesión en el dedo meñique que la apartó de los auditorios demasiado tiempo... aún así, sigue teniendo "eso" que la hace inigualable. Bravo Sofía. Gracias por salvarme siempre.

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