al ver un relámpago,
he recordado que fuimos grandes
y lo creíamos
como un hombre y una mujer
saliendo de un café en París.
En el único pueblo con gasolinera
había fiesta y proyecciones
láser en la fachada de la iglesia.
El aire olía a palomitas y a chorizo asado
y tú te quedaste en la acera esperándome
frente a aquel restaurante de lujo
al que podríamos haber entrado,
pero preferimos cenar unos pinchos
con un trozo de pan y una servilleta
en la calle,
como todos los demás.
Sonaba Think de Aretha Franklin,
y la gente enloqueció.
No era nuestra canción preferida
pero nosotras también lo hicimos.
Y creímos que era para siempre.
Si hiciéramos caso a todo lo que
dicen los libros de autoayuda sobre el amor
no quedaría ni una pareja viva en el mundo,
este poema, si esto es un poema,
no exisitiría,
y yo no fumaría más cigarrillos
de tabaco de liar sin aditivos
100% green,
mientras bebo Trina de limón.
Son las dos de la mañana
y sí,
esta es una de esas muchas noches
en las que no sucede nada
pero pasan aviones por el cielo.
los últimos tres versos son maravillosos.
ResponderEliminarqué tabaco fumas?
Gracias! Pues fumo Golden Virginia (verde) pero en NY me cambié a American Spirit, que es sin aditivos, y además, el paquete es de un color azul maravilloso,
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