Me siento a la deriva. Llevo tres días en los que me cuesta mirar hacia el futuro. Aún así, el presente me sorprende cambiando las sábanas de mi cama. Abriendo el buzón y encontrando un postal de Madrid. O viendo películas que me rescatan por unas horas. Me pasó con Night on Earth hace un par de tardes. Debo decir que a Jim Jarmusch lo he bautizado como el director de las siestas de culto, las que me pego cuando me pongo alguna de sus pelis, pero son siestas interesantes, de esas en las que no quieres cerrar los ojos, no quieres rendirte, pero te vas quedando grogui y escuchas frases lejanas, algunas imágenes de la pantalla se entremezclan con un sueño a medias, incluso con algún recuerdo, y la banda sonora se vuelve onírica. Pero viendo Night on Earth me mantuve despierta, como si fuera yo una taxista más en la Tierra y quisiera que alguien me contara mi propia historia.
Me gustaría hallar esperanza en un cambio político, como tantas personas que verdaderamente creen en ello y se involucran. Me dan algo de envidia. También los que tienen un hobbie obsesivo o un equipo de fútbol. Les deseo a todos lo mejor.
Seguramente, si le cuento todas estas cosas al médico me enchufará antidepresivos y ansiolíticos. No se puede estar triste unos meses, mucho menos una temporada larga.
El miércoles fui a un meetup para practicar inglés y me di cuenta de que el ser humano monta verdaderas tapaderas para ligar. Con cena gratis incluida y cerveza a buen precio. Todo subvencionado por una academia de inglés. La única otra vez que fui a un intercambio de idiomas también había quedado con E, que se había equivocado de azotea y estaba en otra, y tenía que atravesar cuatro millones de manzanas para llegar a la azotea correcta; así que me relajé y me pedí algo de beber y me senté de espaldas a todo el mundo, pero desde la ventana tenía un vista increíble de rascacielos y demás. Escribí un postit, bastante esperanzador, sobre el sentido de las ventanas en nuestra vidas. Lo dejé en medio del cristal y a nadie le sorprendió. En estas que vino una japonesa a sentarse a mi lado, y a pegarme la chapa. Era buena chica, creo que la tengo en Facebook pero no nos hemos vuelto a decir nada más en años. Me contó que estaba trabajando de babysitter y que la familia que le había tocado eran unos gilipollas. Pero allí estaba ella, sonriente. Luego se añadió otra chica, autóctona de la metrópolis, que quería conocer gente de aquí y de allá y llevarnos a todos de paseo por los barrios. Así que mi intención de un meetup en soledad se desvaneció por completo. Fin de la historia.
He vuelto a poner mis libros en las estanterías. Los tenía todos en cajas, porque hice un simulacro de mudanza hace ya algunas semanas. Los recuerdos que van tras ellos me duelen, pero no puedo desprenderme de ellos porque forman parte de mí. Ayer lloré con una canción de Camarón que me pasaron por mail. Necesito un ángel de la guarda. O yo que sé. Mi vecino acaba de ponerse a tocar la flauta. No, no me refiería a eso, universo.
Un ángel de la guarda nunca puede ser un niño tocando la flauta... Eso es demoníaco. ¡Doy fe!
ResponderEliminarYa, ya... luego se ha añadido la hermana con el violín. Son diabólicos.
Eliminarenamorémonos, Paola.
ResponderEliminaro tomemos más pastillas.
o aprendamos a imitar al mirlo de madrugada.
he comido la primera fresa de mi jardín (las anteriores se las han comido los pájaros, mola.)
El amor es la mejor pastilla natural que conozco. Lo del mirlo no lo veo claro XD yo también tuve fresas y es una pasada lo fácil que crecen y se expanden, tuvimos una invasión de fresones hace algunos años en la casa de mis padres.
EliminarA la deriva se hacen los mejores hallazgos, mira si no, esa luz entrando por la ventana de tu post anterior.
ResponderEliminarAbrazo!!!
Sí, skuld, la luz es muy bonita. el sol es lo más verdadero.
EliminarMe gusta leerte, te sigo desde hace algún tiempo. La vida son periodos, nunca sabes cuando aparecerá ese angel de la guarda. Disfruta de la búsqueda o la espera, según como lo mires ;)
ResponderEliminarHola! Sí, la vida son etapas, algunas buenas, otras regular y otras malas :D Gracias por tu buen deseo. :)
EliminarJoder! Vi esa peli en la Filmo hace un montón de años, pero sólo tengo flashes, porqué tengo una memoria pésima para pelis, libros, historias o incluso, últimamente (horror!), letras de canciones. Lo del cambio político no acabo de creérmelo, aunque me da cierta curiosidad y esperanza que aparentes 'mindundis' semi-anónimos se carguen a dinosaurios de la política con grandes aparatos mediáticos y económicos a sus espaldas. A ver qué pasa... yo hace ya un tiempo que le di un vuelco similar a mis gustos futboleros, y ahora vuelvo a disfrutar como un enano con el fútbol semi-amateur y mucho más cercano y real que el circo de mierda, fachadas y vanidades del fútbol de élite. No sé a qué intercambio de inglés fuiste, pero al que voy yo está bien: sencillo, gratuíto (te pagas únicamente lo que consumas, sea una cerveza o 20 pasteles), y hasta ahora he conocido gente majeta. Hace tiempo que quiero meterme algo en el flamenco, pero no acabo de decidirme nunca. Yo también necesito algo, pero no acabo de creer en ángeles; de hecho, no acabo de creer en nada...
ResponderEliminarPues ya tenemos cambio político, al final se me contagió un poco la alegría de los demás. Somos un poco rabiosos... pero reconozco que ver a Trias and co. flipándolo me gustó. Hablando de fútbol, yo me hice un poco fan del Sabadell, hace unos años. De pequeña era del Sant Andreu, porque desde mi balcón se veía el campo, y los domingos salía a ver los partidos con mi padre. Recuerdo el grito de guerra: Sant Andreu (pum pum pum). No, a ver, el meetup me gustó, cerveza barata, cena gratis y conoces gente. Fui a uno que es en el Born, los miércoles. Oye, y en qué quieres meterte respecto al flamenco? A mí también me gustaría. Lo intenté con la guitarra, porque mis primos lejanos tocan todos muy bien, pero yo no acabo de pillarle el truco y lo convierto todo en pop-folk. In my opinion, los que no creemos en nada hemos sido grandes creyentes... y soñadores, pero a mí, personalmente, las desilusiones me traen desencanto, obviamente...
Eliminarsí, me pasó algo similar: yo no la voté, pero me hizo gracia que le pasara la mano por la cara als convergents; siempre he sido muy del pequeño que se come al grande. Fui varias veces al campo del Sabadell por temas profesionales. Del Sant Andreu nooooooooooo!!! (rival dEsoRdeNado...). Joder! Si te dieron de cenar gratis en el meet up, no está tan mal! Ah no, lo del flamenco lo decía por escucharlo; no sé, me parece como muy auténtico, puro, rollo como una especie de blues de por aquí, y me despierta curiosidad (aunque no tengo vena flamenca, la verdad; soy muy anglosajón en temas musicales...). Yo es que la guitarra sólo la raspo en plan autodidacta, pero no me preguntes qué es un DO, porqué no te lo sé decir o identificar. Muy de acuerdo con tu última apreciación: el problema de los descreídos es haber creído demasiado...
Eliminar¿ Ya tienes el libro de oraciones de Flavia Company ?
ResponderEliminarRepite conmigo: es la astenia primaveral. Es la astenia primaveral.
ResponderEliminarY así muchas veces...
Beso y sonrisa.
sparkling