Esta noche he estado en una casa llena de luz, ventanas y plantas. La fachada era blanca y la calle hacía pendiente. Tenía una ducha exterior en un jardín lleno de árboles de distintas especies, un jardín situado en la parte trasera. En ella vivían tres generaciones de mujeres. La abuela, la madre y la hija. Me acogían con cariño y hospitalidad.
Me sentía bien en aquel lugar, que parecía ser mi nuevo hogar porque estaba colocando mis cosas en una habitación. Alguien ha llamado a la puerta con los nudillos. He abierto y era K. Hacía tiempo que no hablábamos, tanto tiempo como en la realidad. K me decía "tengo muchas ganas de pasar una temporada aquí, contigo". Yo me sentía tan enamorada de K como entonces y estaba emocionada de que estuviera allí, diciéndome aquello. No sentía rencor. Me sentía feliz. Le apartaba el pelo de la cara con ambas manos y le decía "no has cambiado". Acto seguido, estábamos bajo el agua, en la ducha exterior, besándonos.
He abierto los ojos, entraba la luz de la mañana y me ha sorprendido tanta claridad. Mi único pensamiento era ¿puedo fiarme de K? ¿Puedo, realmente, confiar en lo que K me ha dicho? ¿Lo dice de verdad-verdad? Cuidado, cuidado... mientras alargaba la mano y paraba el despertador. Me ha costado un rato darme cuenta de que todo había sido un sueño y de que, en realidad, y nunca mejor dicho, no tenía que preocuparme de si podía fiarme o no de K. No tenía que preocuparme por nada. He sentido algo de desilusión.
Me he pasado el día como un erizo abierto por la mitad. Sensible y al descubierto. También en las nubes, con esa dulce sensación que me había dejado el sueño, flotando en una especie de globo erótico. Me he acariciado la nuca muchas veces, como extasiada, mientras trabajaba. Me ha costado concentrarme, estaba en la luna.
Al salir del trabajo, he visto que ya era de noche y que yo ya llevaba, también, mi ropa de otoño. He vuelto a casa con la luz roja trasera parpadeando.
¿Por qué ha vuelto K, esta noche? ¿Era K? ¿O era una mezcla de todas las K's que ha habido hasta ahora?
¿Importa? No importa.
Qué sueño tan simbólico, Paola... Teniendo en cuenta que la mayoría de las veces las personas con las que soñamos son representaciones de otras cosas distintas a sí mismas, voto que K. en realidad simboliza tu capacidad para amar, que te está diciendo que ya está preparada para ponerse en marcha de nuevo y que sí puedes confiar en ella, es decir, en ti. Mera hipótesis repentina.
ResponderEliminarQué bonito, más que tocar debías escribir.
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